Renuncia de Castro no traerá cambios inmediatos
La Habana y Washington | Agencias
Tras casi medio siglo en el poder, la renuncia de Fidel Castro como el último líder comunista de Occidente, era una noticia esperada y no suscitará cambios inmediatos en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, aseguraron ayer expertos políticos.
Castro, con 81 años muy debilitados por una cirugía intestinal en julio de 2006, anunció ayer su renuncia como Presidente y como comandante de las Fuerzas Armadas, mediante una carta publicada en la versión digital del diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista.
El líder cubano, que bregó con nueve presidentes estadounidenses y escapó a numerosos intentos de asesinato -algunos atribuidos a la CIA- ha sido una eterna piedra en el zapato para Estados Unidos, pero nadie espera grandes cambios con su salida.
Eso se debe, en parte, a que Raúl ya había iniciado una transición, pero no del tipo que busca Washington, y en parte a que la fijación de Estados Unidos con Cuba es una "resaca de la Guerra Fría", según el grupo "USA Engage", que apoya el fin del embargo.
Pero varios congresistas y expertos consultados por Efe esperan que, a largo plazo, Washington abandone su "fallida política" y sopese un posible levantamiento de las restricciones de viaje y la flexibilización del embargo que mantiene desde 1962.
Todo ello con la idea de algún día normalizar las relaciones con Cuba que, a sólo 160 kilómetros de las costas de Florida, es el único del continente americano que no tiene relaciones formales con Estados Unidos.
El anuncio del retiro oficial de la política de Castro se produce cinco días antes de que la Asamblea Nacional se reúna en La Habana para escoger a su sucesor.
Su hermano, Raúl Castro, lleva las riendas del Gobierno de forma interina desde el 31 de julio de 2006 aunque, desde la sombra, Fidel se ha mantenido en la palestra internacional y ha sido objeto de conjeturas sobre su frágil estado de salud.
Expectativa
Los países del mundo reaccionaron con cauto optimismo al anuncio de que Fidel dejará la presidencia de Cuba, con la esperanza de que una eventual transición en la isla lleve a reformas políticas, pero con la incertidumbre sobre si serán posibles los cambios con Raúl Castro en el poder.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, elogió la "democrática" decisión de Fidel y destacó la labor del Mandatario caribeño "por la humanidad" y la "solidaridad" con los pueblos del mundo.
Morales expresó su dolor por la renuncia de "un líder histórico, revolucionario y antiimperialista" que "sobre todo apuesta por su pueblo y los pueblos del mundo" y de quien dijo haber aprendido "muchísimo".
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se sintió satisfecho de que "el proceso (de renuncia) se da de una forma tranquila, por iniciativa del propio Fidel que es como creo que debió haberse dado".
"Yo respeto mucho que cada pueblo decida su régimen político, vamos a dejar que los cubanos decidan lo que quieren hacer. Los cubanos tienen madurez para resolver sus problemas", dijo.
De visita en México, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo no creer que habrá muchos cambios en Cuba y confió que cualquier transición sea mediante el diálogo interno.
En Bogotá, el canciller colombiano, Fernando Araújo, hizo votos porque "Cuba encontrará la forma de elegir a un sucesor de Fidel Castro... "estamos seguros igualmente de que en este proceso de construcción de democracia en Cuba cada vez seguirá avanzando".
En Lima, el Gobierno peruano vaticinó que la renuncia de Castro "implicará el fin de una etapa" y expresó esperanzas de que "el proceso de transferencia del poder sea pacífico y ordenado, y se oriente hacia la vida democrática en Cuba".
Chile hizo votos porque el pueblo cubano halle un nuevo "horizonte".
"Claramente después de más de 40 años, ha culminado una etapa y el Gobierno espera que tanto el pueblo como el Gobierno cubano tomen las decisiones que los conduzcan a un camino, a un horizonte", dijo el vocero del Gobierno chileno Francisco Vidal.
En Venezuela, el ministro para la Comunicación, Andrés Izarra, expresó que el Gobierno espera que con la renuncia de Fidel Castro se abra para Cuba "un nuevo proceso en su estructura revolucionaria".
Europa se pronuncia
En España, funcionarios del Gobierno expresaron esperanzas de que la renuncia de Fidel Castro lleve a reformas democráticas en Cuba.
"El hecho de que formalmente renuncie a la Presidencia es un momento en el cual va a poder asumir con mayor capacidad, solidez y confianza ese proceso de reformas de los que él mismo ha hablado y que se podrían empezar a materializar", dijo Trinidad Jiménez, viceministra de relaciones exteriores a cargo de América Latina, citada por la Radio Nacional de España.
En Londres, la cancillería dijo que espera ver más reformas políticas y económicas en Cuba.
"Eso es lo que esperamos, una transición hacia la democracia y a un mayor respeto a los derechos humanos", dijo un portavoz de la cancillería británica, que pidió no ser identificado.
En Italia, el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina, Donato Di Santo, llamó por "una transición democrática que asegure estabilidad, soberanía, respeto de los derechos humanos".
Los cubanos no deberían renunciar a las conquistas de la revolución, dijo la ex primera dama francesa Danielle Mitterrand, al denunciar la campaña de "difamación" contra Fidel Castro.
LA RENUNCIA
"A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento... les comunico que no aspiraré ni aceptaré, repito, no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe", expresó en un comunicado publicado en los medios de prensa oficiales, en referencia a las elecciones del próximo domingo.
"Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer, pero traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo", escribió.
"Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo", comentó al referirse a Estados Unidos.
"Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución", comentó.
INMEDIATAS REPERCUSIONES
ESCEPTICISMO EN EL EXILIO
El exilio cubano de Miami espera escasos cambios con la renuncia de Fidel Castro al poder y, por ello, las reacciones en las calles de la Pequeña Habana se redujeron a expresiones de esperanza, pero carentes de júbilo.
En el café Versalles, epicentro de la vehemencia patriótica anticastrista, los habituales parroquianos coincidieron en comentar que la jubilación de Castro significa el término de una "era (la de Fidel), pero no el fin del castrismo".
"Muy poquito, demasiado tarde", apuntó el cubano Tony Alfonso, profesor jubilado de 70 años, para quien Raúl Castro intentará junto con su "camarilla" llevar a cabo "algunos cambios mínimos en la isla para tratar de mantenerse en el poder".
CUBANOS ESTÁN PREPARADOS
Cuba reaccionó con calma al anuncio de que Castro no aceptaría una nueva elección como Presidente, algo asombroso si se toman en cuenta las antiguas profecías de que la isla se hundiría en disturbios y caos y que los cubanos huirían masivamente por mar. No había colas en las gasolineras, no había nadie comprando comida apresuradamente. Los trabajadores fueron a sus fábricas y los niños fueron a la escuela con sus uniformes revolucionarios rojiblancos.
Ayer, fue un día como cualquier otro en Cuba, lo que demuestra el éxito que tuvo el Gobierno en preparar a la ciudadanía y al mundo para la despedida política del "líder máximo.
INTENSO SEGUIMIENTO MEDIÁTICO
En gran parte de Suramérica los principales diarios digitales reprodujeron la misiva del líder cubano.
La noticia encabezó las ediciones digitales de los periódicos españoles El País, Público, ABC, El Mundo, La Vanguardia, La Razón y otra larga lista de publicaciones, así como las transmisiones de las agencias EFE y Europa Press.
En Estados Unidos, las portadas digitales de los diarios The New York Times, The Washington Post, USA Today, Los Angeles Times y decenas de otros periódicos.
Las televisoras CNN, ABC, NBC y Fox News, entre otras, también transmitieron la noticia, al igual que lo hicieron medios de prensa del sudeste asiático.
La agencia de noticias Xinhua recogió entre sus principales titulares, tanto en chino, como en inglés, español y otros.
De la "kalashnikov" a la revolución de médicos
En su empeño por ver a una América Latina unida frente al imperialismo, Fidel Castro utilizó todas las tácticas a su alcance, desde el apoyo militar brindado a las guerrillas en la década de 1980 a la exportación de servicios de médicos en los primeros años del nuevo siglo.
Castro se retirada del poder sin lograr por entero cumplir uno de sus más grandes sueños: ver una "América Latina entera unida (...), porque tenemos la misma raza, el mismo idioma y el mismo sentimiento".
Para intentar hacer realidad su deseo, Castro contó en los últimos años con la ayuda del líder venezolano, Hugo Chávez, el alumno más aventajado del jefe de la revolución cubana y presidente del quinto país exportador mundial de petróleo.
Tras el aislamiento que sufrió durante la década de 1970, Cuba fue recuperando las relaciones con sus vecinos, con altibajos, en función de sus intereses y de las diferentes situaciones históricas y políticas.
A principios del siglo XXI, y tras el fracaso de la vía armada en América Latina, Fidel Castro se volcó en la exportación de la revolución a través de la cooperación.
Castro supo adaptarse a los nuevos tiempos y cambiar el "kalashnikov", el arma utilizada por las guerrillas izquierdistas, por una particular "revolución de batas blancas", en un intento de impulsar una integración latinoamericana con cooperación médica y sanitaria.
Castro vio a Hugo Chávez consolidarse en el poder tras el golpe de Estado de 2002, asistió al triunfo electoral del dirigente indígena Evo Morales en Bolivia y a la victoria en las urnas del sandinista Daniel Ortega, otro de sus incondicionales, en Nicaragua.
También celebró los triunfos de los izquierdistas Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil; Martín Torrijos, hijo del popular Omar Torrijos, en Panamá, y de Tabaré Vázquez en Uruguay.
Fidel Castro estrenó el siglo movilizando decenas de miles de técnicos sanitarios, educadores y deportistas para trabajar en zonas marginales de América Latina en el marco de estos nuevos procesos de cooperación.