Papa proclamó beato a Pablo VI a fin de Sínodo
Pablo VI, beatificado ayer por el papa Francisco, fue el primer papa con un pontificado viajero durante el que clausuró el Concilio Vaticano II, interrumpido por la muerte de Juan XXIII, y propugnó la reconciliación entre las diferentes Iglesias.
El papa Pablo VI, cuyo nombre era Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, fue el pontífice 262 de la Iglesia Católica.
Nació en el seno de una familia acomodada en Concesio, cerca de Brescia, en la región italiana de Lombardía, el 26 de septiembre de 1897.
Educado por jesuitas, ingresó en 1916 en el seminario, pero debido a su frágil salud, se le permitió vivir en casa.
El 29 de mayo de 1920 fue ordenado sacerdote y enviado a Roma. Comenzó sus estudios diplomáticos en la Academia de los Nobles Eclesiásticos y continuó la carrera de derecho en la Universidad Gregoriana.
En 1922 ingresó en el servicio papal adscrito a la Secretaría de Estado, donde permaneció durante 30 años. Tras la elección del papa Pío XII, en 1939, Montini permaneció bajo las órdenes directas del cardenal Luigi Maglione y del propio Papa, del que fue uno de sus colaboradores.
En 1958 fue consagrado cardenal por Juan XXIII, quien lo nombró su asistente y le encomendó la preparación del Concilio Vaticano II, convocado en 1962. El 21 de junio de 1963, tras la muerte de Juan XXIII, el cardenal Montini fue elegido papa en el tercer día de cónclave y adoptó el nombre de Pablo VI.
En 2012, Benedicto XVI le otorgó el título de “Venerable Siervo de Dios”, primer paso hacia la santidad, y en 2014, el papa Francisco comunicó la fecha de su beatificación, tras aceptar el supuesto milagro por su intercesión en la sanación de un feto.
La ceremonia se realizó al final sínodo de obispos sobre la Familia.