Las vacunas de Covid administradas en el mundo superan ya a los contagios
Ginebra |
Las redes sanitarias nacionales han administrado en el mundo 103,8 millones de vacunas contra la Covid-19, un número que ya supera los 103,3 millones de casos de esta enfermedad en el planeta, según los datos de los ministerios de Salud globales y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la mayoría de los casos son necesarias dos dosis de una misma vacuna para estar plenamente inmunizado, por lo que la cifra no significa que más de 100 millones de personas estén vacunadas ya (se estima que sólo unos 11 millones recibieron todas las dosis).
Estados Unidos es el país que más dosis ha administrado (32 millones), seguido de China (24 millones), la Unión Europea (13,5 millones) y Reino Unido (10 millones).
En cifras relativas, Israel es el único país del mundo donde más de la mitad de su población ha recibido al menos una dosis de la vacuna (58 por cien), seguido de Emiratos Árabes (34 por ciento), las islas Seychelles (31 por ciento) y nuevamente el Reino Unido (15 por ciento), siempre según cifras de los ministerios de Salud.
La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) advirtió ayer que un 70 por ciento de las vacunas administradas por el momento han sido utilizadas en los 50 países más ricos, mientras que en los 50 más pobres este porcentaje es de sólo el 0,1 por ciento.
Bajo contagio
Un estudio del Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuáticas (Eawag) determinó que la probabilidad de contagio a través de botones, pomos u otros pulsadores en zonas públicas es muy baja, ya que se trata de lugares donde la concentración del virus es escasa.
El científico Timothy Julian, uno de los autores del estudio, explicó que la probabilidad de contagio es de menos de cinco por cada 10.000 personas que tocan los pulsadores, y que de las 29 muestras que cogieron en este tipo de objetos, solo el 8 por ciento presentaba material genético del virus.
Los biólogos analizaron 350 muestras tomadas entre abril y junio de 2020 en la superficie de puertas de tiendas, tapas de contenedores de basura, cajeros automáticos, expendedores de gasolina o botones en los semáforos de los pasos para peatones.
El análisis de estas superficies podría servir también como instrumento de alerta temprana para seguir la evolución de las infecciones en la población, ya que se trata de puntos que son tocados hasta 30 veces por hora por personas diferentes.
"Al igual que el análisis de las aguas residuales, la detección del SARS-CoV-2 en las superficies a menudo afectadas podría ser un instrumento muy útil para completar las pruebas biológicas", precisó Julian.
En un segundo estudio, los biólogos analizaron si la desinfección de las superficies y el lavado de las manos eran eficaces para reducir el riesgo de contagio.
En este sentido se determinó que la utilidad de la desinfección de las superficies depende de muchos factores y no es tan efectiva, mientras que el lavado de manos ofrece una "protección universal" y reduce considerablemente el riesgo de contaminación.