Buena actitud en el municipio
Todos los días, las redes sociales y los medios de comunicación están invadidos de malas noticias, que lamentablemente hacen pensar qué es lo que está ocurriendo con la sociedad hoy en día. ¿Crisis de valores? ¿Abuso de la tecnología a tal punto de volvernos autómatas y ni siquiera conversar frente a frente con los integrantes de la familia? Más allá de asumir que se tiene que digerir una avalancha de datos negativos que afectan los sentimientos, están las buenas noticias que hay que destacar, y se refieren a las cosas que pueden funcionar mejor en el sistema. Uno de esos ámbitos, y donde las personas pasan el mayor tiempo de sus vidas, es el trabajo. Espacio donde las labores operativas y actividades se hacen monótonas. Para romper con ese esquema, hace falta inyectar una dosis de buena actitud, motivación y energía positiva a los trabajadores para darles más bienestar y renovar el clima laboral de las organizaciones.
Ese ejemplo de buena actitud es el equipo humano de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, que fue capacitado el 17 y 24 de junio en dos jornadas de entrenamiento para lograr funcionarios municipales de Excelencia, a través de un “Coaching”.
Pero se preguntarán: ¿qué es el “coaching”, un término tan en boga que está tomando la atención de los líderes de organizaciones? Se refiere al arte de acompañar a las personas en el proceso de cambio para ayudar a que consigan sus metas personales y profesionales, de un estado inicial (hoy) a un estado deseado (mañana).
Y eso es exactamente lo que se ha empezado a generar en esta repartición del municipio dando el primer paso para que otras secretarías hagan lo mismo velando por su mayor capital, el humano, ese funcionario que necesita actitud, proactividad y, sobre todo, estar motivado para que sean verdaderos agentes de cambio que contribuyan a su comunidad y atiendan al ciudadano conquistando su simpatía.
No es nada del otro mundo, ni necesita una fórmula secreta. Todo cambio pasa por mentalizarse en lo que uno sueña, cree y piensa que puede cambiar. Muchos dicen que no hay límites para cumplir las metas, pues el único límite está en la mente de las personas, y está comprobado.
Este tipo de cursos que se han venido desarrollando a cargo de una empresa del medio, han logrado buenos resultados como la adolescente que sufría de “bullying” Adriana Z. y que hoy es líder estudiantil en su colegio; o el ama de casa que se inscribió con baja autoestima en el taller en La Paz y que ahora ya dirige las reuniones de padres de familia y se ha empoderado; o la chica con sobrepeso a la que el año pasado no le gustaba ver su aspecto físico y que ahora se renovó por dentro y por fuera y luce una figura espectacular, el colegial paceño que contó que intentó suicidarse y ahora piensa en grande; o la universitaria que sufrió un accidente de fuego a sus 11 años con 50 cirugías que le marcaron su vida, pero no le detuvieron para que ahora tenga la fuerza interna de culminar su carrera universitaria y cumplir su objetivo de independizarse con su hermana menor y dejar atrás una vida triste por falta de apoyo familiar. En fin, son muchas historias de vida reales que se podrían contar. La conclusión es que hay necesidad de ser escuchados y encontrar un plan de acción en la vida que trace una ruta a cumplir los sueños.
En esa dinámica, se seguirá con esta apasionante actividad de contribuir a motivar a la gente que tiene mucho potencial humano. ¡Vamos Bolivia, a ser agentes de cambio!
La autora es comunicadora social
Columnas de CLAUDIA HERBAS FLORES