Lo que no se dice del Sistema de Pensiones
Recientemente pude dar lectura a un artículo escrito por Marcelo Núñez, Expresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, el cual titula “El sistema de pensiones es poco rentable”, en donde invita a reflexionar sobre la situación actual Sistema de Pensiones y se enmarca en revisar las contribuciones que realiza el trabajador para obtener una Pensión de Vejez o de Riesgos.
El Sr. Nuñez, con cálculos muy ligeros trata de explicar la comisión que perciben las administradoras de fondos de pensiones (AFP), por el manejo de los aportes del trabajador, aludiendo que por este concepto reciben un 5%.
El artículo 151 de la Ley N° 065 establece que la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo, y transitoriamente las AFP, percibirá una comisión del 0,5% deducido del total ganado del trabajador cuando éste efectúe la contribución al Sistema Integral de Pensiones (SIP). Por otra parte, el adjunto al Decreto Supremo N° 778, Reglamento en Materia de Contribuciones, también detalla que el porcentaje de aporte por la comisión es del 0,5%, para trabajadores dependientes, independientes etc., por lo que no existe respaldo normativo o similar que afirme que las AFP cobren un 5% como aporte del trabajador, generando confusión en el mismo.
Por otra parte, cuando el autor hace referencia a que anteriormente los aportes tenían un retorno de hasta el 14,5% de rendimiento y que actualmente apenas llega a 2,5%, solo demuestra la escasa información que tiene sobre el SIP y la ligereza con que analiza el tema.
Las inversiones hechas por las AFP con los recursos del trabajador son realizadas en el mercado de valores, donde las tasas de interés son dinámicas y cambian en la medida del tiempo y el grado de riesgo. Antes de 2006, la cartera de inversiones de los fondos de pensiones estaba concentrada mayoritariamente en valores emitidos por el Estado.
Dichos valores fueron ofertados en dólares, viéndose afectados por la devaluación del dólar, pero presentaban tasas altas de interés (superiores al 10%) a corto plazo debido a que éste necesitaba recursos para poder cubrir sus gastos corrientes, por lo que los inversionistas, en este caso las AFP, obtenían buenos réditos sin incurrir en riesgo alguno o realizar mayor esfuerzo en su calidad de administrador del Sistema de Pensiones.
Sin embargo, desde 2006 el desempeño de la economía boliviana fue mejorando y aún en tiempos de crisis internacional, el país se posicionó como una de las economías de mayor crecimiento en la región, por lo que ya no habían razones para emitir nuevos valores a tasas de intereses elevadas, por lo que las AFP tuvieron que realizar inversiones en instrumentos ofertados por el sistema financiero en el mercado de valores, los cuales se encuentran alrededor del 2% y 3%, siendo los depósitos a plazo fijo los instrumentos más adquiridos.
En este sentido, el sugerir que se debe asegurar como mínimo un 10% de rendimiento por parte de las AFP, si bien suena muy agradable para el trabajador, es por demás aventurado ya que a mayor rendimiento el riesgo es más alto y se podría arriesgar el capital que se tiene ahorrado.
No cabe duda de que cuando se toca un tema tan sensible como el de la seguridad social de largo plazo se debe ser claro, preciso, tener conocimiento de la normativa vigente y la coyuntura económica del país, a fin de evitar incurrir en errores garrafales que llegaría a confundir a los trabajadores o causar malestar en los jubilados del país.
El autor es analista en pensiones
Columnas de IVÁN QUISBERT SORIA