¡Las niñas y los niños no se tocan!
Como cualquier otro día, el papá de Andrés llegó borracho en la noche. Después de pegar a su esposa, decidió entrar a dormir al cuarto de Andrés, quien en ese entonces tenía 6 años. No era la primera vez que pasaba eso, pero Andrés no comprendía lo que ocurría. Se trataba de su padre, quien se supone que lo amaba más que a nada en el mundo y estaba para protegerlo.
Cuando Andrés llegó a su pubertad, mientras pasaba clases de educación sexual en la escuela y comprendió que no estaba bien lo que hacía su papá, pero tenía vergüenza y miedo de comentarlo con alguien.
Durante toda su juventud, consciente de lo que sufrió en su niñez, trato de distraerse con drogas, alcohol y mujeres. Nunca contó a nadie lo que le pasó, porque tenía miedo de lastimar a su familia, vergüenza de que otros hombres sepan que lo desfloró un hombre, pero, sobre todo, tenía pánico de reconocerse como víctima de abuso sexual.
Andrés, ya casado, una noche llegó borracho a su casa y discutió con su esposa. Fue tan intensa la pelea, que Andrés se salió de control y la golpeó. En ese momento, se dio cuenta que se estaba convirtiendo en su peor pesadilla, su padre. Entonces, decide buscar ayuda.
Después de años de terapia, se da cuenta de que ya superó muchos de sus miedos. Pues ya tiene 40 años, es un adulto y tiene los recursos emocionales y económicos para poder iniciar acciones legales en contra de su padre y evitar que existan más víctimas. Pero lamentablemente no puede, porque la acción penal ya prescribió.
Esta historia ficticia se asemeja a la vida de muchas mujeres y hombres que fueron víctimas de violencia sexual en su infancia.
El proyecto de ley No. 10-2023/2024, que muy desatinadamente el diputado Edwin Bazán salió a criticar, permitirá que víctimas como Andrés encuentren justicia, porque declara la imprescriptibilidad de los delitos sexuales cometidos contra niños y niñas.
La ignorancia es atrevida. El nombrado diputado señala erróneamente que se busca proteger a Evo Morales al eliminar el delito de estupro del Código Penal, sin saber algo tan básico: la ley rige para lo venidero y que actualmente el estupro tiene una pena de 3 a 6 años. El proyecto de ley evidentemente busca eliminar el estupro para que personas que cometieron lo mismo que Evo Morales sean procesadas por violación a infante, niña, niño y adolescente, que tiene una pena de 20 a 25 años, y que con agravantes puede llegar a 30 años.
Por último, el proyecto de ley incorpora el delito de violación incestuosa, justamente para que personas, como el papá de Andrés, sean castigadas y se pueda visibilizar esta realidad en el país.
Es necesario que el diputado lea un poco, porque estas modificaciones al Código Penal se desprenden de una sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos dentro del caso Angulo Losada vs. Bolivia y es de cumplimiento obligatorio. Además, ya varios instrumentos internacionales, hace más de una década, vienen recomendando a Bolivia estas modificaciones. No se trata de feministas radicales ni evistas o arcistas, menos de Evo Morales, se trata de proteger los derechos humanos, porque las niñas y los niños no se tocan.
Columnas de Carolina Orias Durán