“El poder y la caída”: Una reflexión sobre la economía y política en Bolivia
El poder y la caída es una obra fundamental de la literatura boliviana, en este libro, Sergio Almaraz Paz analiza cómo ciertos actores sociales que se enriquecieron mediante la explotación del estaño y, a partir de ello, lograron consolidar su presencia y control político en el país, manejando los designios de Bolivia durante la primera mitad del siglo XX, siendo después desplazados por el movimiento de masas en 1952.
Esta obra refleja un proceso clave de la historia del país, la manera en que ciertos individuos y grupos, al controlar las fuentes de riqueza, dominan el aparato estatal, imponiendo un modelo político específico sobre el conjunto de la sociedad, que en el tiempo acumulan tensiones y terminan siendo desplazados, por otros grupos, produciéndose su caída. Esta caída que implicó la apertura de la política hacia las masas, que evolucionó hasta la forma de política corporativa actual, bajo la cooptación de sectores sociales para la satisfacción de demandas e intereses al puro cálculo político.
Esta irrupción de masas, y el posterior control corporativo por partidos populistas, ha terminado con el Estado adoptando una postura contradictoria frente al capital, llegando incluso a considerarlo su enemigo. Esta lógica absurda ha marginado a empresarios y emprendedores de las políticas de desarrollo nacional, ya que son vistos como representantes del "capital", limitando así el desarrollo económico del país y siendo perseguidos por el Estado, y sus agentes.
En muchos países capitalistas, su consolidación como países desarrollados ha sido posible por el rol importante del empresariado nacional que, al actuar como motor de la economía, potencia el desarrollo del Estado. Este tipo de alianza estratégica entre empresarios y gobierno ha demostrado ser una combinación efectiva para el progreso de los países. Un gobierno que fomenta el emprendedurismo y la inversión privada genera un modelo de desarrollo distinto, basado en la unidad y colaboración entre el capital y las instituciones públicas.
Por todo ello, estas próximas elecciones es momento de reflexionar sobre la necesidad de consolidar un empresariado nacional fuerte, que impulse el desarrollo económico y social del país. Para terminar, lo que nos enseña este libro es que la historia económica de Bolivia es un ciclo constante de ascenso y caída de sectores que detentan el poder. Sin embargo, no se trata solo de actores individuales, sino de estructuras profundamente arraigadas en la sociedad boliviana, y qué sin el reconocimiento de la importancia de este proceso, nos lleva de ver una oportunidad de conciliar el Capital con el Estado, cambiando el sistema que nos empobrece y el modelo de desarrollo que nos somete al control político del Estado.
El autor es analista de políticas públicas
Columnas de CÉSAR AUGUSTO CAMACHO SOLIZ