Ven que presencia de Bolivia en la ALBA no beneficia a la sociedad
Analistas de política internacional cuestionan la participación de Bolivia en la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) por ser un mecanismo de economías fracasadas y refugio de dictaduras plenas que se respaldan entre sí.
La ALBA se constituye un mecanismo de cooperación sur-sur entre países dispersos unidos por sus afinidades ideológicas y dependencias de Cuba y Venezuela, de la que Bolivia es integrante. Sin embargo, no trae beneficios concretos para la sociedad boliviana en general, según los analistas
“La ALBA se ha convertido en una reunión de dictaduras. Son las últimas dictaduras de la región que han conformado una organización de consulta política y de acción colectiva y de supuestamente de comercio, pero resulta que son todas ellas economías fracasadas, es decir, acá el problema es ¿cuál es el interés de Bolivia, aparte del tema ideológico y del tema político?”, cuestionó el exembajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA),Jaime Aparicio. A su vez, el analista sobre relaciones internacionales Álvaro del Pozo refirió que la “política exterior de Bolivia no va por buen camino y que existe una excesiva ideologización en las relaciones”.
“En cuanto a beneficios para el país con las relaciones diplomáticas basadas en la comunidad ideológica, son ínfimos. En este caso, el Grupo ALBA, desde su nacimiento, no ha mostrado ser un escenario que ofrezca posibilidades para los intereses de nuestro estado”, sostiene.
Por mal camino
Aparicio señala que no hay un sentido lógico en su política exterior y demuestra que el Gobierno no está interesado en absoluto en solucionar los problemas, sino que sigue enfocada únicamente en aspectos político-ideológico que no le sirven al país.
“Nos estamos acercando a unos Gobiernos que probada y evidentemente han destruido sus economías, se han convertido en dictaduras plenas, como Cuba, Venezuela y Nicaragua, las tres dictaduras plenas de la región, internacionalmente condenadas, acusadas ante el Tribunal Penal Internacional”, indicó.
Agregó que lo lógico era acercarse a los países del Pacífico, a los grandes mercados internacionales.
“Ellos (el Gobierno) están marchando hacia un modelo económico y político similar a los de estos países (Cuba, Venezuela, Nicaragua), porque han visto que estas dictaduras sobreviven pese a la condena internacional y que se han mantenido en base a la fuerza, entonces todo indica que Bolivia está siguiendo este camino y que lamentablemente la única razón de su participación (en la ALBA) es política, e ideológica”.
Del Pozo indica que a lo largo de la administración del MAS hubo siempre una notoria y excesiva ideologización en espacios del que no “vamos a recibir retribuciones ni mercados de cooperación”.
Socios de la ALBA cuestionados
Dos de los socios de Bolivia son los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega, cuestionados por llegar al poder de manera fraudulenta y violenta.
Maduro acumula casos de corrupción, sobornos millonarios y crímenes de lesa humanidad en el Tribunal Penal Internacional y una recompensa de 15 millones de dólares por su cabeza, ofrecida por la Justicia de EEUU.
El otro socio es Ortega, quien llegó nuevamente al poder a través de una farsa electoral fraguada por su persona y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Ortega fue elegido a la presidencia por primera vez en 1985 con el apoyo de la clase empresarial y reelegido cuatro veces consecutivas en 2007, 2012 y 2021.