Chile dice que no se opondrá si Bolivia desmantela canales de agua
“Tomando en cuenta que Bolivia acepta la posición de Chile, uno se pregunta: ¿por qué seguimos aquí ante la Corte?”, cuestionó ayer la agente chilena, Ximena Fuentes, ante los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya al enfatizar que en la contramemoria que el país presentó en 2018 admitió que las aguas del Silala tienen curso internacional y con esa aceptación también renunció a la reivindicación de la deuda histórica por el uso de esas aguas.
La representación de Chile aseguró que no se opone a que Bolivia desmantele los canales que están en su territorio por los cuales fluyen las aguas del Silala hacia su país.
En la primera jornada de la fase de alegatos, que empezó ayer en La Haya, Chile insistió en su pedido a ese tribunal que reconozca y declare a las aguas del Silala como un río de curso internacional.
Fuentes explicó que, en la contrademanda, Bolivia se refiere al Silala como aguas de carácter internacional, a excepción de un flujo artificial ocasionado por trabajos de una empresa británica en 1928, a la que Bolivia dio concesión en 1908 y rescindió el permiso en 1997.
“El curso internacional (del Silala) nunca fue el debate (…); en la contramemoria de 2018, Bolivia abandonó la soberanía total. No existe una base jurídica que reconozca el término de ‘aguas artificiales’ que ha inventado Bolivia. Chile pide a la CIJ que declare y confirme que el derecho internacional se aplica al Silala”, expresó el abogado de la parte chilena, Stephen McCaffrey.
Asimismo, Fuentes explicó que ambas partes se pusieron de acuerdo en muchos puntos de la demanda, y que Bolivia reconoció que el uso que hizo Chile durante los más de 100 años de Silala fue razonable y equitativo.
“La reivindicación de la deuda histórica ha sido abandonada por Bolivia, al menos en sus alegatos escritos. Su reivindicación fue solicitando compensación a futuro”, dijo Fuentes.
También, la agente aseguró que las partes reconocieron que tienen uso equitativo de las aguas del Silala y que Bolivia puede “desmantelar” los canales construidos en 1928 por una empresa británica que tenía concesión de la Prefectura de Potosí.
“El agua fluye como superficie o subterráneo pendiente abajo hacia Chile. El país (Chile) no tiene objeción de que Bolivia desmantele los canales”, aseguró.
Por su parte, el abogado Samuel Wordsworth aseguró que Bolivia dijo que los canales incrementan el porcentaje de las aguas de superficie que llega a Chile entre el 11 y 33 por ciento; sin embargo, los expertos chilenos indican que el incremento no llega ni al 2 por ciento.
Boyle agregó que, en caso de que los canales hayan aumentado el flujo de agua, “igual hubieran llegado a Chile, lo que sube siempre tiene que bajar”, y que Chile no pidió la construcción de los mismos, sino Bolivia.
Fuentes insistió en que el Silala fue importante para el desarrollo humano de algunas comunidades y desarrollo industrial de empresas en Antofagasta por más de 1.500 años. “El río se sitúa en el desierto de Atacama, un lugar árido en el altiplano a 4.300 msnm, vegetación y agua dulce escasa. A pesar de su pequeño tamaño, fue importante para el desarrollo (…), hubo asentamientos y actividades ganaderas en los últimos 1.500 años”, explicó.
Estudios científicos
”Un aspecto importante de la revelación boliviana, a efectos de que Chile ha desviado las aguas del Silala, es que Bolivia nunca intento presentar a Chile en estudios científicos serios en base a los cuales las dos partes hubieran podido iniciar un diálogo fructífero”, sostuvo.
Afirmó que la primera vez Bolivia presentó estudios encargados respecto del funcionamiento del Silala “se han puesto en común con Chile han sido durante las presentes actuaciones ante la Corte Internacional de Justicia”.
Chile revela que ofreció un acuerdo a Bolivia por las aguas del Silala en 2019
Durante su intervención ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), la agente chilena Ximena Fuentes reveló que Chile intentó llegar a un acuerdo para frenar el litigio por las aguas del Silala.
La propuesta se habría realizado en junio de 2019 y no recibió respuesta alguna por parte del Gobierno de ese entonces, liderado por Evo Morales.
El acuerdo consistía en que ambas naciones hagan uso equitativo y razonable de las aguas, sin que exista oposición al desmantelamiento de los canales artificiales construidos en el Silala.
“Las partes reconocieron que tienen derecho al uso equitativo y razonable del río del Silala y que Bolivia podía desmantelar los canales como le parezca oportuno”, señaló Fuentes.
A partir de ello, se explicó que cualquier reducción o alteración en la cantidad o calidad de agua que llega a Chile será responsabilidad de Bolivia, añadiendo que el país reconoció que se trata de un río de curso internacional, volviendo a su postura anterior a 1999.
Fuentes mencionó que, a lo largo de la historia entre ambos países, Chile intentó resolver los desacuerdos con Bolivia; sin embargo, terminaron “de forma abrupta” cuando Bolivia pidió a Chile el pago relativo al uso de las aguas del Silala en el territorio chileno.
Por su parte, Bolivia manifestó que, si Chile utiliza las aguas del Silala, tiene que negociar con el Estado.