Cae una red de trata que operaba entre el país y el Reino Unido
La Policía del sur de Londres desbarató un grupo del crimen organizado vinculado a una operación de trata de personas “altamente sofisticado” que operaba entre Bolivia y el Reino Unido. Tres personas fueron arrestadas el martes pasado, luego de una serie de órdenes de aprehensión ejecutadas.
Se trata de dos hombres de 41 y 38 años y una mujer de 35, cuyas identidades y nacionalidades no fueron reveladas, que fueron detenidos en los barrios londinenses de Camberwell y Peckham, informó el Ministerio del Interior mediante un comunicado.
Son sospechosos de integrar “un grupo delictivo organizado relacionado con una sofisticada red de tráfico de personas entre Bolivia y el Reino Unido”, precisó.
La Policía detuvo asimismo a una mujer y un hombre “identificados como migrantes ilegales de Bolivia”, cuyos casos serán tratados por los servicios de inmigración, precisó.
Según los investigadores, la red “cobraba a los migrantes miles de libras por volar de Bolivia al Reino Unido a través de la República de Irlanda”, desde donde eran introducidos en suelo británico aprovechando la ausencia de controles fronterizos entre ese país miembro de la Unión Europea (UE) y la vecina región de Irlanda del Norte.
“Estos individuos pensaban que estaban fuera del alcance de la ley y se han equivocado”, dijo el secretario de Estado británico de Inmigración, Robert Jenrick, subrayando la “determinación” de su país a “tomar medidas drásticas” contra la migración irregular.
“Seguimos investigando sin descanso y ejecutando operaciones como ésta para detener a quienes lucran abusando de nuestro sistema de inmigración”, agregó Tony Hilton, subdirector de la unidad de investigación financiera criminal británica.
Determinado a endurecer el control de sus fronteras tras salir de la UE en enero de 2021, el Reino Unido ha condenado a 52 personas por tráfico ilegal de migrantes este año.
La ultraconservadora ministra del Interior, Suella Braverman, defiende un controvertido plan consiste en enviar a Ruanda, país africano a 6.500 km de Londres, a los migrantes ilegales independientemente de su origen.