Luis Manuel Blanco: “Estuve en coma seis días, pero logré derrotar al coronavirus ”
El entrenador argentino Luis Manuel Blanco, recordado por su paso en Bolivia por haber jugado en Oriente Petrolero, San José, Wilstermann y Aurora, estos dos últimos a los que también dirigió desde la banca, hace poco se embarcó al sueño de dirigir en el fútbol de Gibraltar, un territorio británico de ultramar donde ganó el partido más importante de su vida: derrotó al coronavirus tras estar 40 días internado, seis de ellos en estado de coma.
Desde su casa en Marbella, en España, ciudad a 20 minutos de Gibraltar donde dirige al club Mons Calpe, el DT relató a Los Tiempos en exclusiva su vivencia y su recuperación física tras vencer a la enfermedad.
- ¿Cómo se da su llegada al fútbol de Gibraltar?
- Llegué a Gibraltar como a tantos otros lados. Estuve en Indonesia, en la selección de China donde reemplacé al técnico español (José Antonio) Camacho. Pasé por varios países como Albania, Costa Rica y ahora Gibraltar, que están bajo bandera inglesa, donde tienen su propia Premier League, donde el primero clasifica a la Champions League, el segundo a la Europa League y el tercero sale del torneo de la Copa de la Roca, que viene a ser como la Copa del Rey de España. Nosotros llegamos con este equipo (Mons Calpe) porque hace un año y medio llegamos a la final, perdimos 2-1, pero quedamos como el cuarto mejor equipo. Me fui ocho meses, al equipo no le fue muy bien y me volvieron a traer. Antes de la cuarentena estábamos 16 partidos invictos y habíamos llegado a las semifinales de esa Copa. Nosotros entrenamos en España, yo vivo en Marbella y entrenamos en el lado español porque hay mejores condiciones. El campeonato, desde luego, se juega en Gibraltar.
-¿En qué momento le detectan que tiene Covid-19?
-Yo estaba cumpliendo la cuarentena, la hice perfecta como sanidad pedía. Sólo fui dos veces al supermercado, una vez por semana y ahí creo que vino el contagio, porque ningún jugador, miembros del cuerpo técnico ni dirigentes se contagiaron del coronavirus. El único fui yo.
Empecé a tener fiebre, pensando que podría ser una angina o dolor de garganta. En eso me habló el director deportivo y me dijo que me hiciera un test en Gibraltar. Lo hice un martes y tardó mucho el resultado, unos tres días. Cuando lo recibí, fue el día anterior al que iba a internarme en España. Esa noche tuve 39 y medio (de temperatura).
En la mañana siguiente no me podía levantar, porque si lo hacía me faltaba el aire. En el hospital me hicieron otro test que fue más rápido, que salió en 20 minutos. Me llevaron a otra sala aislada, donde no me acuerdo más nada. Había quedado en coma ya, pasé así seis días. Cuando me desperté, tenía todas las gomas en la boca, catéteres en el cuerpo, vías en las venas de los brazos.
Esos seis días el ‘bicho’ este (Covid-19) me quitó entre 10 y 12 kilos. Peleé con él para que no me matara, por decirlo así, porque no hay una vacuna o antibiótico. La asistencia que hacen los médicos en terapia intensiva es que tengas oxígeno para pelear contra el virus. Si estás bien físicamente seguramente le puedes ganar, si no estás bien o si tienes una enfermedad el ‘bicho’ te lleva (muerte). Con mis anticuerpos, como me explicaron los médicos, hasta cuando desperté los médicos estaban contentos y las enfermeras bailaban. Nunca los vi porque estaban tapados. Cuando me desperté, ellos estaban felices.
Este es un testimonio para la gente de Bolivia para que se de cuenta que no hay que subestimar a este ‘bicho’, hay que hacer caso de todo lo que diga sanidad y tenerle mucho respeto.
-¿Qué sintió cuando despertó del coma?
-Cuando desperté vi gente que entraba (al hospital) y no salía (con vida). Vi al menos a 15 o 16 personas en un solo día. Acá llegaron a casi 28.000 los muertos. No quería que me pase eso y con la ayuda de Dios pude salir adelante, con la gente que oraba y mi familia que no pudo llegar a España porque se quedó en Argentina por la cuarentena. Además, si una persona muere, va directo al crematorio.
-¿Qué sensaciones tuvo en estos 40 días?
-Cuando estuve en coma, en el subconsciente soñaba muchas cosas feas, gente que te llamaba, gente mayor que te quería agarrar de las manos. Hay un por qué desperté, pero nunca lo dije y tengo que hablar con mi familia y hablarlo con ellos. Tenía una sensación y no sabía si estaba vivo o muerto porque estaba en coma. Cuando se dieron cuenta que desperté, lo único que atiné a hacer fue llorar. No sabía que estaba en esas condiciones, pero ahí vi la realidad de lo que está pasando.
Una vez que me sacaron del entubamiento, me mandaron a terapia intermedia, pero siempre aislado. No me podía parar porque los músculos de mis piernas perdieron fuerza, no podía hablar porque estaba lastimado por todo lo que me pusieron en la boca.
Me llevaban entre dos personas al baño, me hablaban, me traían una tablet para que vea a mi familia, no podía hablarles, pero los veía.
Cuando faltaban tres días para que me den el alta, me dijeron que de todo lo mal que había estado, entre tres mil casos uno o dos se dan, quedé inmune y no puedo volverme a contagiar ni tampoco contagiar.
Ahora estoy realizando trabajo físico desde hace unos días. Empecé a caminar, calculo que ya hice un kilómetro con el fisioterapeuta para recuperar masa muscular. Cada día estoy mejor y recuperando.
Blanco jugó en el fútbol boliviano entre los años 80 y 90 y dirigió en Cochabamba entre 2004 y 2015.