San José iguala con Liga de Quito 3-3 en Oruro
San José igualó esta noche con el club ecuatoriano Liga de Quito, 3 goles por lado, durante el encuentro por la tercera fecha de la llave D de la Copa Libertadores. El cotejo se juegó en el estadio Jesús Bermúdez de Oruro.
Con la casilla en blanco, los santos estaban urgidos de ganar, pero nada les salió como estaba planificado y con coraje rescataron un empate.
La afición le dio la espalda con una asistencia baja que apenas llegó a los diez mil espectadores, en un momento en el cual necesitaba de todo el apoyo para tratar de salir del fondo de la tabla.
El plantel de la "V" azulada sumó su primer punto en esta edición de la Libertadores.
El plantel local cometió fallas básicas, como las entregas de los balones. En uno de esos desaciertos, Liga armó una ofensiva efectiva que finalizó con Juan Anangonó anotando el 1-0 con un disparo cruzado de derecha, tras abrirse camino ante Edemir Rodríguez, a los 25´.
El discurso futbolístico del local se redujo a los centros, que le dio resultado a la media hora, cuando Carlos Saucedo conectó de cabeza un centro en medio de la presión de los zagueros. Después, San José creció en el campo y a los dos minutos del empate tuvo una oportunidad que fue despejada.
El primero de los dos momentos trágicos ocurrió a los 40´ con el gol en su propio arco de Augusto Mena, quien con un golpe de cabeza dejó parado al arquero Carlos Lampe (1-2). Ese fue un duro golpe. El descanso le sirvió al entrenador Miguel Ponce para reordenar.
Mena a los 68´ volvió a cometer un error delante de su pórtico. El defensor dio un pase retrasado a su arquero, pero una falta de comunicación provocó la caída del tercer tanto a los 69´.
En un cotejo particular, el 2-3 subió a la cuenta a los 71´ en una falla del defensor Christian Cruz, quien sin marcación quiso despejar un centro, pero envió la pelota contra su arco con un disparo de pierna derecha.
Ese tanto devolvió la ilusión a San José, cuya fuerza de voluntad le sirvió para igualar el marcador a los 76´ (3-3) con la conquista de Rodrigo Ramallo que llegó a través de una definición con golpe de cabeza ante un servicio de tiro libre.
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