El Ekeko, dios de la abundancia
El Ekeko, o Iqiqu en aymara, es una representación simbólica de un jaqi illa (amuleto) en una pequeña estatua. Es el resultado de la transformación sincrética de la imagen precolombina de la fertilidad y la alegría, en la civilización de Tiahuanaco.
La leyenda de Antonio Díaz Villamil dice que en 1781 el joven Isidro Limachi, uno de los indígenas que participó en el cerco a La Paz, le dio esta pequeña estatua a su enamorada, Paula Tintaya, cuando ésta se fue a trabajar a la ciudad donde sus maestros, Josefa Úrsula de Rojas Foronda y Sebastián Segurola. Don Sebastián era entonces gobernador y comandante de armas de La Paz.
Poco después de la llegada de Paula Tintaya a La Paz, la ciudad fue cercada por un movimiento indígena de 40.000 hombres, reclutados por Túpac Katari, para rebelarse contra la corona española. En la ciudad durante varios meses el agua y alimentos eran escasos.
Paula, dolida al ver a sus amos sufrir, decidió llevarles comida sin poner en peligro a Isidro, quien le proveía de alimento. Así, decidió presentarles la estatua del Iqiqu de Tiahunaco a sus maestros, quienes, hundidos en la ansiedad y la angustia, la aceptaron sin quejarse.
Agradecieron humildemente la pequeña imagen, quien, en esa época, estaba desnudo y con el miembro viril erecto, ya que era el dios de la fertilidad y reproducción, de la alegría, asociado con la época climatológica.
Sin embargo, los españoles decidieron cambiar la apariencia del Ekeko vistiéndolo y dándole la semejanza de un cholo con rasgos más indígenas.
Desde entonces, la tradición se ha mantenido profundamente arraigada en el ámbito popular y con el paso del tiempo se fue fusionando con lo moderno.
Actualmente, el Ekeko es conocido como un pequeño dios a quien se le ofrece cigarrillos, alcohol y pequeños objetos que representan los deseos que se le piden para que él los haga realidad.
Los artesanos, mediante su ingenio y creatividad, relacionan lo tradicional con lo moderno, donde lo tradicional es creer en las miniaturas para que los deseos se plasmen en la realidad.
Por ejemplo, hace dos años más o menos escaseaba agua en la ciudad, entonces los artesanos diseñaron al Ekeko cargando un tanque de agua para que no falte el líquido a la población. Hoy carga el satélite Túpac Katari, euros, una laptop o un televisor plasma. Entonces, la modernidad se ve reflejada en el trabajo artesanal.
Se resalta que ante la ausencia de bienes, alimentos o el simple hecho de que falte algo, se acude, sobre todo en enero, a la representación del Ekeko.
Esta falta de bienes es la que mantiene viva la creencia. Por ejemplo, si no tengo título de profesión, lo compro en la feria de Alasita, lo mismo si me falta dinero o requiero algo para mi bienestar.
* Fuente: Secretaría Municipal de Culturas de la Alcaldía de La Paz
DONDE TODO SE COMPRA
La Alasita, la fiesta de los sueños
En la Alasita, si sueñas, si pides algo que deseas o necesitas, será tuyo. Desde una casa, dinero, automóvil, trabajo estable, pasando por un título, todo lo imaginable y lo que las manos de los artesanos puedan elaborar en miniatura.
Estas artesanías que carga el Ekeko tienen su lugar en cada hogar de los habitantes de La Paz desde que se tiene memoria, vienen desde épocas prehispánicas, cuando eran pequeños amuletos llamados illas.
Cargado de numerosos bienes como cemento, bebidas, alimentos, cámaras, etc, fuma un cigarro, pijcha coca sin dejar de sonreír, el Ekeko es la perfecta representación de la abundancia. Se cree que era el dios Tunupa, que se metamorfoseó durante la colonia.
Quien quiera cumplir sus sueños de riqueza y abundancia material debe comprar las miniaturas que los representan y hacerlos saumar, ch’allar y bendecir con mucha fe al mediodía del 24 de enero y durante el transcurso de ese año el Ekeko cumplirá esos pedidos.
Estos recorridos rituales, este sincretismo, es aquello que permitió a La Paz que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declare esta festividad como “Patrimonio Intangible de la Humanidad”.
(Extractado de la Agencia Municipal de Noticias de la Alcaldía de La Paz)