LITERATURA INFANTIL-JUVENIL BOLIVIANA: “El día más triste de la soberana más bella”
Recomiendan:
IBBY-Bolivia y Biblioteca Thuruchapitas
César Leonardo Herrera García, a través de la novela ganadora del Premio Nacional de Literatura Juvenil del año 2013, El día más triste de la soberana más bella, presenta de manera conmovedora la historia de Beatriz Adoración, quien divaga en un sueño constante y este a su vez, despierta añoranzas y, contradictoriamente, desempolva el olvido.
La voz narrativa que emplea el autor, segunda persona, genera una dinámica especial en los sucesos que se muestran por medio de un juego surrealista entre la cordura y la demencia, todo ello a partir de descripciones minuciosas que despiertan incertidumbre en el lector. Esta obra es una invitación para los adolescentes y jóvenes, que podrán sumergirse en la historia de la soberana más bella de Samaipata y descubrir una interesante interpretación de la vida con reflexiones planteadas desde la condición de Beatriz Adoración. Ella está inmersa entre sentimientos y preguntas retóricas, como la pasión, la juventud, el olvido, la soledad, la compañía inseparable de Petronita y los delirios de un personaje.
Los acontecimientos de la obra son presentados con soltura y entrelazan el argumento con otras temáticas, como el descubrimiento del primer amor, el derroche de alegría, la posible transgresión, las secuelas o la crisis psicológica, la ilusión de la soberana del Carnaval, el papel que desempeña una verdadera reina, el paso de los días taciturnos en el Manicomio de Sucre y el cariño incondicional de Julián, que visita a su amada todos los viernes y escarba entre los resquicios de su memoria algunos recuerdos, a partir de los versos de una canción: “Me pasaré toda una vida recordando tus ojos”.
Todo lo mencionado, está plasmado en la imagen de cubierta de la novela, realizada por el artista belga, Jan Van Ham, quien pone en manifiesto, en la portada del libro no sólo la trama de la obra, sino también su filosofía de vida artística denominada por él mismo como “Wabi Sabi” o belleza de la imperfección.
Herrera, con esta novela, da un reconocimiento digno a dos personajes de quienes recupera sus vidas, tal como lo menciona en la dedicatoria: “Para Beatriz Adoración que deambula por el mundo rescatando su historia (…) y para el espíritu de Petronita que aún me sigue contando historias a través de la eternidad.
Reseña realizada por Evelin Paniagua Cardozo