En la psicología moderna, el complejo de Narciso se refiere a un patrón de comportamiento egocéntrico y egoísta en el que la persona tiene una exagerada autoestima, considerándose superior a los demás y sintiendo una necesidad patológica de ser admirado y valorado. Las personas con este complejo pueden tener dificultades para relacionarse con los demás y pueden ser intolerantes a la crítica o la falta de atención. El complejo de Narciso puede estar presente en diferentes trastornos de personalidad, como el trastorno narcisista de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y el trastorno límite de la personalidad. Se trata de un patrón de comportamiento poco saludable que puede interferir con la capacidad de una persona para llevar una vida plena y satisfactoria. Los afectados por este complejo, buscan constantemente la atención y la admiración de los demás y necesitan ser el centro de atención. Presentan una falta de empatía evidente ya que tienen dificultades para ponerse en el lugar de los demás y entender sus sentimientos o perspectivas. También pueden sentir envidia de los demás y llegan a reaccionar con ira o resentimiento cuando no reciben la atención que consideran que merecen. Suelen actuar de forma impulsiva, sin considerar las consecuencias de sus acciones y buscando su propio beneficio en lugar del bienestar general. También son adictos al poder y buscan ejercer su influencia sobre los demás para satisfacer su necesidad de control y dominio.