Ronald Vargas: “Si no hacemos un manejo (de suelos), vamos a tener problemas”
Ronald Vargas Rojas es cochabambino de nacimiento y con mucho orgullo. Lleva el nombre del país y el departamento hasta África, y lo hace de la mano de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO por sus siglas en inglés). Su especialidad es la investigación de los suelos y su objetivo es fomentar una agricultura que garantice la seguridad alimentaria sin dañar el medio ambiento. Él conversó con la revista OH! sobre estos temas.
- ¿Cómo fueron sus inicios en la FAO?
- Al inicio trabajé como consultor en el continente africano, principalmente en Somalia y Kenia donde debía crear información sobre los recursos naturales: tierra, agua, suelo, biodiversidad y vegetación.
Somalia es un país en guerra y para planificar el desarrollo era importante tener información que debía ser generada, pues los conflictos eliminaron todo lo que había de antes. También capacitamos a la gente del país para que luego todos trabajen por el desarrollo (…) Esto fue durante cinco años y luego gané un concurso para trabajar en la sede donde ya estoy 10 años. Me dedico a fortalecer el tema suelos con los 193 países y la Unidad Europea.
- ¿Qué le motiva irse a África, pese a los conflictos y la situación que atraviesa el continente?
- Tuve la suerte de hacer estudios adicionales en el exterior y accedí a información sobre los retos que hay en África. Siempre tuve el interés de trabajar en este tipo de circunstancias donde pudiera dejar un aporte. Leí y sabía de los riesgos, pero me presenté a un concurso y gané. Sabía de todo el contexto y por eso me fui solo sin mi familia, pero consideré que era una oportunidad interesante para contribuir técnicamente. A Somalia íbamos tres semanas y volvíamos a Kenia, debido a la guerra. Recibimos una capacitación, porque los suelos estaban minados y trabajamos con muchos técnicos que vivían ahí.
- Además de Kenia y Somalia, ¿en qué otros países trabajó?
- Mi cobertura es global. Según la región, hacemos diferentes cosas. Otro de los lugares donde también hay problemas de suelos es en el Cercano Oriente. Ahí la aridez es una limitante muy grande. No hay agua y los pocos suelos con agua hay que trabajarlos de muy buena forma. Esto ocurre, por ejemplo, en países como Jordania, Siria, Marruecos, Egipto y otros. En Siria, además, la guerra destruyó todo. Otro continente con problemas de seguridad alimentaria es Asia, pero no todos los países, sino los más poblados como Bangladesh o Pakistán. Los países son muy pequeños y la gente que vive es demasiada. Entonces, ahí lo que les preocupa no es la calidad de lo que comen, sino la cantidad. Ellos quieren producir más y más, pero se enfrentan a la contaminación. No hay lugar donde no haya problemas.
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- ¿Cuáles son los problemas de un país rico?
- La Unión Europea, por ejemplo, tienen todo lo necesario para una agricultura sustentable. Tiene instituciones, marco legal, herramientas técnicas, todo, pero chocan con los problemas de la contaminación. Hay residuos que quedaron en los suelos y están intentando limpiarlos y eso tiene un alto costo. Entonces, no hay región en el mundo que no tenga algún problema.
- ¿Cuál es la gran importancia de los suelos?
- Es muy importante, porque el 95 por ciento de lo que consumimos viene del suelo, el restante es de la pesca y la carne. Por lo tanto, es una preocupación muy grande, porque ya no se debería tratar de elevar los rendimientos de los cultivos, sino que sean cultivos con nutrientes y micronutrientes. Además de libres de contaminantes y patógenos. Para ello, es importante trabajar de manera sostenible el suelo y eso se logra con políticas públicas, legislación e instituciones técnicas que apoyen el manejo de suelo. El problema es que en muchos países en vías de desarrollo no hay servicios de extensión de apoyo a los agricultores, por lo que ellos, en su desconocimiento usan químicos tóxicos que luego se encuentran en lo que uno come.
- ¿Cuál es la mirada de la FAO respecto a la situación de los suelos bolivianos, dada la cantidad de incendios y la forma de agricultura que existe en el país, donde además se usan pesticidas?
- En términos de seguridad alimentaria, Bolivia es un país grande con poca población por lo que el problema pasa por el acceso a la alimentación. Sí hay regiones más deprimidas que otras, pero se está tratando de generar políticas para que eso cambie como el desayuno escolar o los huertos familiares, que es una tendencia a nivel mundial. Pero hay mucha erosión de suelos. Cuando es época de lluvias y vemos el color del río, todo café, es porque está arrastrando tierra.
Para que la naturaleza cree un centímetro de suelo, se tarda entre 500 a mil años. Esto de forma natural. Pero si está desnudo, sin vegetación, la lluvia se llevará ese centímetro en cuestión de minutos.
Esto ocurre porque no hay manejo de suelos. Entonces, estos problemas de degradación reducen el rendimiento. En lugar de prevenir, se tiene que remediar y eso cuesta más. Si no hacemos el manejo, vamos a tener problemas, porque no vamos a poder producir la cantidad la calidad que queremos.
- ¿En qué medida afectan los incendios a esta degradación del suelo?
- Los incendios son un vehículo de degradación, porque una quema de cualquier ecosistema mata lo que está encima, pero también lo que hay debajo. En el suelo hay una biodiversidad increíble de hongos, bacterias y demás y que contribuye al equilibrio del ecosistema. Pero como es invisible, no se la valora, pero son millones de especies que existen. El fuego, también quema eso y hay tanto en grandes bosques como en pajonales. Y va a tardar años en recuperarse. Entonces, también hay que controlar eso. Todas las prácticas que no son sostenibles deben ser controladas.
- ¿Qué pasa con esos territorios que se queman para cultivar ahí?, ¿es realmente una práctica sostenible o es algo que degrada a largo plazo?
- En Bolivia, antes se tenía un plan de ordenamiento territorial que permite saber para qué se puede usar cada tipo de suelo de acuerdo con el potencial natural. Hay zonas donde el suelo no es apto para la agricultura. Si un lugar es área protegida, tiene su motivo técnico detrás y debería respetarse, por ejemplo el Tunari. Este parque tiene una importancia muy grande no sólo por la biodiversidad, sino por su función de recarga acuífera en la ladera.
La quema se usa en algunos países, pero es realmente controlada, no es agresiva y es sólo un poco la superficie para eliminar especies que no queremos. Pero aquí no hay eso, es descontrolada, se quema todo y se degrada. Entonces, esta práctica no es sostenible y se tienen que identificar bien y correctamente los suelos.
- ¿Cómo se podría hacer una agricultura sostenible?
- Por ejemplo, en la zona andina, los agricultores dejan descansar el suelo; eso es porque ellos conocen su suelo. Todo lo contrario a lo que ocurre con la agricultura intensiva que busca explotar el suelo.
En lo que refiere al uso de químicos, tenemos que pensar como si el suelo fuera el cuerpo humano. Si una persona consume medicamentos constantemente, va a desarrollar resistencia; lo mismo es en el suelo, se debe usar lo más natural posible y tener todo siempre protegido con los residuos de la misma cosecha. Además de alternar los tipos de cosecha para evitar plagas.