Ucrania instó a los ciudadanos de Jersón a abandonar la capital regional de cara al invierno debido a los ataques rusos desde la margen izquierda del río Dniéper y la destrucción de la infraestructura crítica, que ha provocado que millones de ucranianos permanezcan sin agua, calefacción ni electricidad y quizás tengan que vivir con apagones hasta marzo.