El turismo puede ayudar a sobrellevar el cambio climático
La Paz | Los Tiempos
A casi tres horas de viaje de la ciudad de La Paz se encuentra el reservorio arqueológico más grande de Bolivia, en su mayoría inexplorado, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad nombrado por la Unesco; Tiahuanaco. Es parte del municipio de Taraco, lugar donde vio nacer uno de los bailes más populares: la morenada. Sus habitantes dicen que el lago más alto del mundo bajó su caudal en casi 30 metros, pero ahora empiezan a experimentar un cambio en su forma de vida debido a que decidieron fortalecer el turismo comunitario, que se puede complementar con la producción agrícola y ganadera, que es su principal fuente de sustento.
Es la comunidad Chiripa, que forma parte de la provincia Ingavi del departamento de La Paz, nació en las riberas del lago Titicaca e influenció en Tiahuanaco con sus terrazas de cultivo y su arquitectura. Allí producen papa, maíz, cañahua, crían vacas, toros y ovejas principalmente, pero ahora una parte de la población trabaja para desarrollar el turismo.
Los estudiantes tienen como parte de su formación la elaboración de adornos, sombreros y otros con totora, la profesora que acompaña en la exposición de los alumnos dice que tienen la proyección de poner a la venta los trabajos que realizan, con productos que van desde los 5 a los 60 bolivianos. Los más grandes se encargan de traer la materia prima para luego hacerla secar, tejer y darle forma. Entre las novedades que nos muestran no faltan lo que ellos llaman los animales mutantes, que luego serán ofrecidos a los turistas que se espera vayan incrementándose con los nuevos atractivos.
Todavía se desconoce cómo se formó la palabra Chiripa, hay algunos que dicen que proviene de la palabra en quechua chiri, que quiere decir frío, “nos falta descubrir de dónde viene pa”, dice uno de los comunarios, quien se entusiasma al hablar de su región con la nueva propuesta. Pero algo está claro entre los habitantes, que pueden generar otros ingresos económicos con el fortalecimiento del turismo. De hecho, el lugar forma parte del destino Turístico Comunitario Lago Titicaca, en el marco del Programa Nacional de Turismo Comunitario, que cuenta con el apoyo financiero del Banco Interamericano del Desarrollo (BID).
El recorrido del destino turístico comunitario beneficia a los municipios de Taraco, Chua-Cocani y Huarina, donde el Gobierno invirtió Bs 5.608.001 para la ejecución de las obras. En el caso de Chiripa, se implementó un Centro de Interpretación y albergue turístico, situado cerca de un templo semisubterráneo, tiene una sala de interpretación, salas de estar, dormitorios, baños, cocinas y un espacio al aire libre para eventos.
El viceministro de Turismo Ricardo Cox asegura que “las comunidades cada vez quieren más y más, sobre todo ahora que están siendo afectadas por el cambio climático, la sequía. Hay una serie de amenazas en todos sus rubros tradicionales”. Pero el objetivo no es reemplazar su forma de vida tradicional, lo que se busca es “cambiar la forma de ingresos, nosotros siempre recomendamos que no se deje la agricultura nunca, que el turismo vaya a complementar el sistema productivo”.
Será una tarea gigantesca, pero hay voluntad entre los pobladores de Chiripa, quienes también reciben información sobre la historia que tienen entre sus manos. Es más, cuando uno pretende hablar de los levantamientos indígenas subversivos, como el de Zarate Villca en el lugar, los pobladores prefieren hablar de los trabajos de excavación o el gran espacio que todavía resta por descubrir, “aquí hay una gran riqueza cultural que recién la estamos descubriendo”, cuenta don Mario que tiene más de 60 años y vivió toda su vida en esta región.
El templete de Chiripa es pequeño en comparación a Tiahuanaco, pero pareciera su antecesor por su estructura, rodeada de piedras de más de dos metros, que al parecer habrían sido recogidas en Laja. Para enfrentar el frío se construyeron casas rectangulares con doble muro, se implementaron puertas corredizas y quienes ya fueron formados para explicar los alcances arqueológicos no paran de enfatizar en la influencia que tuvieron en el desarrollo del actual Patrimonio de la Humanidad nombrado por la Unesco. No se cansan de destacar la armonía que reinó entre sus predecesores, quienes no dudaron en compartir su forma de vida con sus vecinos, aseguran, sin guerras ni enfrentamientos.
En el centro de interpretación y el albergue turístico en la exhacienda de Chiripa se invirtió más de Bs 1.464.537, perteneció a la familia Iturralde, pero también vivieron familiares del dos veces presidente Ismael Montes.
Chiripa es el antecedente de la llegada tiahuanacota, que se inicia alrededor de 500 años antes de Cristo. El arqueólogo Max Portugal señaló que esta cultura produjo la transición de la caza y recolección a la agricultura de la papa y la quinua, además de la domesticación de la llama. Se caracteriza por su técnica en la elaboración de cerámica y el uso de piedra labrada, combinada con adobe en sus construcciones.
Ahora cuentan con un nuevo atractivo y, posiblemente, una nueva forma de vida, que si bien tiene estaciones de auge, podría evitar que sus jóvenes pobladores migren, tal como lo hicieron sus predecesores.
Catamarán
La ruta turística continúa con el traslado en bote hasta un catamarán, desde donde es posible apreciar la belleza del lago más alto del mundo. Es propiedad de la empresa Transturin, una de las más importantes en el rubro. Su gerente, Juan Luzio, asegura que son 18 años con la embarcación que tiene toda la comodidad para los turistas y el personal está seguro que pueden complacer los gustos culinarios más exigentes de los visitantes.
Luzio no deja de enfatizar en la importancia que tiene invertir en el turismo, que a diferencia de la minería o el gas tiene muchas más ventajas. Los recursos no tradicionales se agotan, pero el turismo no se acaba, dice, además de recordar que con la producción extractivista se destruye la ecología, en cambio, el turismo es compatible con la naturaleza y los recursos que se generan llegan a los pobladores, “deberíamos apostar al turismo”.
Considera que la tarea principal debiera ser la promoción, como lo hace Perú que destina unos 33 millones de dólares al año, pero también mejorar la presencia del Estado. Sin ir más lejos, recordó que el conflicto entre comunarios en la Isla del Sol ya lleva casi medio año y dificulta la llegada de turistas al lugar. Criticó la presencia “desleal” del Barco-Escuela, que actualmente se transformó en multipropósito y ofrece el servicio de transporte.
La visión de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo (Abavyt) es más optimista, su gerente nacional, Carlos Marín Peñaranda, destaca la apertura del Ministerio de Turismo en convocarlos a reuniones de coordinación, “de mucho tiempo hemos sentido un Ministerio con mucha apertura al sector privado, estamos muy contentos y esta actividad es un ejemplo del trabajo conjunto y, obviamente, llegar a zonas tan turísticas como el lago es demasiado importante para el país, para el desarrollo turístico, para la promoción del país, así que estamos muy contentos como privados de estar en esta ruta que estamos emprendiendo”.
Las cifras muestran que todavía falta un largo camino, pese a que en los últimos años se observa un incremento del turismo. Hace 30 años Bolivia se equiparaba con Perú en turismo receptivo, pero las distancias ahora son enormes. Por ejemplo, en 1990 llegaron al Perú 232 mil turistas, mientras al país ingresaban 217 mil; en 2010, al vecino país llegaron casi 2 millones de extranjeros, mientras a Bolivia unos 800 mil, lo que demuestra las enormes distancias que se abrieron.
Y es que en el vecino país se constituyó una institución público-privada que empezó a promocionar sus sitios turísticos hasta llegar a este nivel de visitantes por año, “se debería convertir el turismo en una agenda de Estado”, asegura Marín, quien considera que hacerlo generará recursos y divisas para el país.
Guías
El cambio en el flujo turístico en Bolivia es percibido por los guías de turismo, quienes recuerdan que antes el país era como la yapa de los operadores de turismo del Perú, se decía que era una especie de receptor del rebalse de turistas. El presidente de la Federación Boliviana de Guías de Turismo, Julio Renjel, dijo que hay una gran potencialidad debido a que el país es “megadiverso y eso hace que el ingreso de turistas vaya en ascenso año tras año”.
Antes venían a Bolivia como la yapita, en promedio se quedaban dos noches, insignificante, pero “eso está cambiando por el posicionamiento de nuevos atractivos en el mundo, tales como el salar de Uyuni, los desiertos, las lagunas en todo ese sector. El lago Titicaca del lado boliviano, que es mucho más impresionante que del lado peruano, nuestras montañas, nuestros pisos ecológicos a tres horas de viaje de La Paz, realmente tenemos una gran diversidad de paisajes, sólo necesitamos un poco más de promoción”.
Bolivia se convierte ahora en un país receptor, el Gobierno calcula que ingresan anualmente más de un millón de turistas, aunque observan que toma en cuenta a quienes están de paso. La Abavyt calcula que en realidad son unos 800 mil turistas extranjeros que visitan el país, por lo que se requiere mejorar las condiciones, pero también guías profesionales, calificados.
Renjel informó que su organización trabaja en esta tarea para elevar la calidad profesional con la formación y la actualización, además de facilidades con instituciones en cursos de capacitación, principalmente en idiomas.
Sin duda, los guías son quienes palpan el gusto o disgusto de los turistas, en este sentido, reconocen que hay problemas, “no reunimos los estándares adecuados en la prestación de servicios, es un gran trabajo de los tres niveles del estado; desde el Gobierno central, gobernaciones, municipios. Trabajar eso, ser mucho más hospitalarios con el turista”, recomienda.
TRABAJOS
El Gobierno es consciente que falta mucho por hacer, el Viceministro de Turismo mencionó que en este camino invierte y apoya el fortalecimiento de las empresas turísticas de la economía plural, es decir, las empresas social comunitarias, las privadas y las públicas.
Para incrementar las inversiones en el rubro del turismo el Gobierno considera que se requieren más planes, “más concurrencia público privada, más coordinación y también la atracción de inversiones. Ahora, el caso de los Gobiernos locales es otro tema, la verdad que nuestro Estado, tanto en el Gobierno nacional como los Gobiernos subnacionales, necesitan un fortalecimiento institucional”. En algunos lugares donde puede mejorar el turismo se observa que el Talón de Aquiles son los Gobiernos locales, debido a la carencia de recursos humanos, la falta de inversión y una carencia de visión.
La jefa de la Unidad de Turismo Comunitario, Ruth Suxo, menciona que con los trabajos que se realizaron en la ruta turística del lago Titicaca se mejorará la visita de turistas. Ahora tendrán un lugar donde alojarse, obtener información, tendrán servicios básicos y otros atractivos.
RUTA TURÍSTICA
Al recorrido turístico de Chiripa se suma la comunidad de Pallaty, en el municipio de Chua-Cocani, donde se construyó el Centro de Interpretación para permitir al turista nacional y extranjero nutrirse de información a través de salas de exposición, también cuenta con espacios de artesanía, cafetería y servicios básicos. Finalmente, la nueva ruta turística comprende el Museo Regional de Huarina, donde se muestra el atractivo de la zona, los vestigios arqueológicos, información turística y apoyo a los visitantes.
El Programa Nacional de Turismo ejecuta diferentes proyectos en cinco circuitos turísticos comunitarios, con un crédito de 20 millones de dólares del BID. El objetivo es fomentar el turismo comunitario, generar empleo y evitar la migración campo ciudad, pero también se convierte en una alternativa para enfrentar el cambio climático, que generó en algunas de estas regiones sequía, inundaciones y granizadas.
En el caso de la ruta turística al lago Titicaca se crearon 17 empleos directos y se beneficiaron más de 130 familias con empleos indirectos. En 2016, se calcula que ingresaron a la zona unos 277.860 turistas, de los cuales 172.788 fueron nacionales y 105.072 extranjeros.