Cinco pasajes de la ciudad mantienen su belleza pese a la falta de mantenimiento
Cinco pasajes que se encuentran en el centro de la ciudad mantienen su belleza y su misticismo pese a la falta de mantenimiento. Es un viaje al pasado para revivir la Cochabamba de antaño, pero en tiempos contemporáneos.
Los Tiempos realizó un recorrido por los diferentes pasajes que existen y constató el encanto de estos lugares, los tipos de transeúntes y los detalles que exhiben cada uno de ellos.
Pasaje de la Catedral
Se encuentra en el lado sur de la catedral de la plaza 14 de Septiembre. El transeúnte lo usa como un descanso de la rutina o la bulliciosa plaza principal. Las bancas casi siempre están ocupadas. Los faroles y las fachadas que están en el camino le dan un aspecto atractivo al lugar.
Jamil Rojas, un estudiante, contó que frecuenta el pasaje porque es silencioso, fresco y sin muchas distracciones. “Ideal para conversar, pensar o leer”, indicó.
Pasaje del Granado
El pasaje de la plaza Don Francisco María del Granado es otro de los atractivos de la ciudad. Se encuentra en la prolongación de la calle Ecuador y es conocido por la venta de flores.
También es considerado como un espacio cultural por la presencia de varios grupos de jóvenes se apoderan en las noches y en algunas oportunidades practican skateboarding, break dance, danza y otros. También fue escenario de ferias del libro, conciertos, videos musicales y más.
El dirigente de la OTB Santa Teresa, Carlos Rivera, indicó que trabajan en un proyecto de preservación y mejora del lugar por su importancia para Cochabamba.
Pasaje San Rafael
Es uno de los lugares más icónicos. Es conocido también como el “Pasaje del Diablo”, fue declarado espacio patrimonial y cultural de la ciudad de Cochabamba por Resolución Municipal No. 6766, aprobada el 13 de mayo de 2014. Se encuentra entre las calles Colombia, Lanza y Ecuador.
Sonia Ledezma, quien es vecina y forma parte del directorio del pasaje, indicó que ahora se prioriza es la mantención luego de la intervención que se realizó en pasados años con un colectivo denominado Taller de Acupuntura Urbana (TAU).
El transeúnte tiene una serie de atractivos en el recorrido como la arquitectura de antaño, los colores vivos de algunas casas, una serie de mosaicos con los rostros de importantes mujeres y artistas de Latinoamérica, entre otros.
Pasaje Sucre
Este lugar cursa con el pasaje José A. De Ibáñez, pero el panorama es otro el panorama por la cercanía de la Contraloría General del Estado. Todo el recorrido está lleno de oficinas de abogados, contables y varios mecanógrafos. Es la más fluida también por la cercanía a mercados y a calles principales.
Pasaje Kullku
También conocido como el pasaje Tarapacá, es un lugar que guarda rasgos de la vieja ciudad de Cochabamba. Se trata de los más serenos espacios, pero con un misticismo de viaje al antaño.
Guilde Vargas, vecina de la OTB Gerónimo de Osorio, indicó que este pasaje es importante para los vecinos por las actividades que se realizan cada agosto debido a los aniversarios de la Fundación de Villa Oropeza. Sin embargo, admitió que uno de los grandes desafíos es la mantención porque gran parte de las viviendas son de adobe.
Proyectos y conservación
Todos los vecinos consultados admitieron que lo más difícil son las mantenciones del patrimonio.
Claudia Silva, coordinadora del colectivo TAU, señaló que hace falta proyectos que surjan de los vecinos y sean apoyados por las autoridades municipales.
“Con todos los pasajes del centro se podría armar un circuito que tengan una sola narrativa, que los una a todos y sea parte de un cultural y artístico”, indicó.