20 años de prisión para ex canciller uruguayo
Montevideo | Efe
El ex canciller uruguayo Juan Carlos Blanco fue condenado a 20 años de prisión por la desaparición y muerte en 1976 de la maestra Elena Quinteros, que causó la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela porque la víctima fue capturada cuando intentaba asilarse en la embajada en Montevideo.
El juez penal de primer turno Juan Carlos Fernández Lecchini imputó a Blanco el delito de "homicidio muy especialmente agravado", indicaron ayer fuentes judiciales.
El ex ministro de Relaciones Exteriores, de 75 años y reconocido experto en Derecho Internacional, se encuentra en prisión desde 2006 por violaciones a los derechos humanos.
El juez dio lugar al pedido de procesamiento pedido por la fiscal Mirtha Guianze, pero cambió la carátula del expediente de "desaparición forzada", solicitada por esta, a "homicidio especialmente agravado".
Pedro Chargoñia, abogado acusador en el caso contra Blanco, dijo que el cambio de carátula "no tiene efectos prácticos" porque la condena "es la misma, 20 años de prisión".
Sin embargo, "para otros casos de violaciones a los derechos humanos puede ser diferente porque el delito de homicidio prescribe y el de desaparición forzosa no", agregó.
La denuncia contra Blanco por la desaparición de Elena Quinteros fue iniciada en 1990, presentada por legisladores de la ahora gobernante coalición de izquierda Frente Amplio luego que una comisión del Parlamento estudiara el caso.
En 2000, tras surgir nuevos elementos, incluida la liberación de archivos secretos estadounidenses referidos al episodio, organizaciones de derechos humanos lograron la reapertura del caso.
Aunque la acusación de homicidio muy especialmente agravado "en este caso puede sorprender" se aplica el criterio de "criminal de escritorio" para señalar al acusado, "por tratarse de autoridades que están en conocimiento o dan directivas que derivan en homicidio", agregó Chargoñia.
Durante el juicio quedó probado que actuando como canciller incluso solicitó un memorando interno en el que se recogían los pro y las contra de liberar a la maestra detenida, cuyos restos mortales todavía no han sido encontrados.