Sindicato de la Prensa en la calle
El Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Cochabamba (STPC), con 66 años de vida institucional, fundado el 6 de mayo de 1953 con personería jurídica Nº 206451, no dispone más del edificio de la calle Calancha y avenida 6 de Junio, porque el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, una vez concluido el comodato, recuperó la infraestructura construida por los periodistas, por descuido de sus dirigentes que, en su tiempo, no hicieron el trámite para renovar el usufructo del edificio en favor de sus afiliados.
La periodista Celsa Soria Galvarro, actual secretaría ejecutiva del STPC, señala que prácticamente han sido despojados del edificio y que los periodistas no tienen un lugar para reunirse, hacer gestiónque contribuya a fortalecer su organización sindical, ahora aprovechan sus encuentros casuales y coyunturales en la cobertura periodística, para hacer consultas y tomar decisiones que permitan la continuidad de la actividad sindical.
Es necesario aclarar que el comodato consistió en la entrega del lote de terreno baldío, con calles de tierra, sin servicios básicos y que, por propia iniciativa, sus dirigentes se dieron a la tarea de construir un edificio de tres plantas con una amplia terraza y que cuenta con todas las comodidades que requiere una organización sindical y que permitió por décadas, atender las necesidades de sus afiliados, fortaleciendo la institución que tiene una larga historia de contribución a la democracia boliviana.
Sería suficiente preguntar a los periodistas José Novillo, Simón Alberto Figueroa, Freddy Espinoza, Elizabeth Paravicini, que en diferentes periodos y con el aporte de sus afiliados y de instituciones identificadas con el trabajo de la prensa de Cochabamba, permitieron la construcción del edificio, que luego también pudo albergar la gestión de otros directorios como el de Alex Contreras, e Iván Canelas que, ahora en función de poder, no aportan ni se constituyen en mediadores para la renovación del comodato en favor del STPC.
Actualmente el edificio se encuentra sin habitar, puertas y ventanas cerradas, sin uso ni beneficio, pululan gatos persiguiendo ratones, pero además se conoce del interés de la OTB de la zona que quiere apoderarse de la infraestructura, interés también de entregar a la Federación de Trabajadores de la Prensa, una institución paralela que, a la fecha, no cuenta con Personalidad Jurídica. Igual interés de la Asociación de Periodistas de Cochabamba. Sin embargo, la prioridad debería estar centrada en el STPC, por los antecedentes señalados que le otorgan el derecho de exigir el comodato en beneficio de su organización y de sus afiliados.
Los dirigentes del STPC, una vez enterados de la conclusión del comodato, iniciaron reuniones con autoridades del municipio para concertar e iniciar el trámite que permita una nueva concesión. Transcurrido un promedio de cuatro años, el trámite se encuentra como dicen “durmiendo el sueño de los justos” esperando que sea atendido y considerado por las autoridades municipales, que ahora prefieren tener un edificio cerrado y que no cumpla una función social.
Es de esperar que las autoridades municipales encargadas de viabilizar la demanda del STPC den curso a la solicitud de ampliar el comodato, independientemente de posiciones personales, políticas, partidarias, ideológicas que perjudican a una organización sindical, de disponer de una infraestructura construida con sus recursos económicos, esfuerzo y sacrificio de sus dirigentes y afiliados, que ahora esperan desprendimiento de las autoridades, incluso la intervención del alcalde Iván Tellería, en favor de una institución de la prensa que goza de antigüedad, prestigio, confianza y solvencia moral. El edificio no puede estar cerrado y sin cumplir una función social.
El autor es periodista y docente universitario
Columnas de CONSTANTINO ROJAS BURGOS