El despedazamiento del MAS
Seguramente, como muchas agrupaciones, el MAS-IPSP, fue creado por un grupo reducido de personas. No hay que dudar que para eso primaron relaciones de amistad e intereses comunes. Desde su fundación, ese partido político tuvo una estructura social jerárquica; donde un macho alfa que responde al nombre de Evo Morales Ayma, se convirtió en una especie de símbolo supremo, al que todos se sometieron y le rindieron pleitesía.
Sus aduladores crearon mitos y ficción sobre el susodicho. Convencido de su rol asignado, Morales Ayma empezó su reinado monopolizando todo el poder e imponiendo sus caprichos. Una vez elegido presidente, el maltrato a las mujeres se convirtió en norma y todos los excesos que se le ocurrían, eran motivo de festejo para sus aduladores.
No es que Morales Ayma haya sido el más fuerte, física o mentalmente para ser el macho alfa en el MAS. Su "habilidad" radicaba en su trayectoria como dirigente sindical de las seis federaciones de cocaleros, así como en los mitos y ficciones que se inventaron sobre su persona. Si uno repasa la trayectoria sindical, verá que la misma está plagada de actitudes delincuenciales; donde la violencia, el enfrentamiento, la muerte de inocentes y los bloqueos de caminos para paralizar el país y la economía, eran norma.
Durante 14 años, ese macho alfa, eliminó sistemáticamente, dentro del MAS-IPSP, a cuanto rival potencial se puso en su camino. Cárcel, persecución y muerte para los intrusos, fueron los destinos elegidos por el "mesías". Nadie podía tener la osadía de hacerle sombra, porque él se creía único. Su expresidente Álvaro García Linera, otro delincuente que se dedicaba al terrorismo y al asalto de remesas universitarias, lo comparó en alguna oportunidad con Jesúscristo. Según García Linera, líderes como Morales, nacían cada mil años.
Los mitos y la ficción creados sobre Morales Ayma, fueron difundidos en forma de chisme a las masas. Hay que admitir que calaron muy rápidamente y su efecto fue multiplicador, a tal punto que las organizaciones indígenas, se tragaron la píldora y reconocieron a Morales como a su líder. Así es como el MAS creció desmesuradamente. Para acelerar ese incremento, se dedicaron a cooptar organizaciones, sindicatos y todo tipo de agrupaciones.
Ese crecimiento, está mostrando ahora sus efectos. Si bien las organizaciones cooptadas aceptaron en un principio a Morales Ayma como líder supremo, dentro de las mismas empezaron a surgir otros machos alfa rodeados de sus propios seguidores. Ese fenómeno se da cuando un grupo se agranda; el agrandamiento desproporcionado, desestabiliza el orden social establecido al principio.
Hoy por hoy, los mitos y las ficciones creados y contados en forma de chisme sobre Morales Ayma están hechos añicos. Despué del fraude y su huida a México, aquellos que una vez se identificaron con él, hoy lo condenan por cobarde. El hombre está solo y desesperado, viendo como día a día tiene menos acólitos. Su último bastión es el Chapare, donde un grupo reducido de cocaleros, de esos que son leales a Leonardo Loza, siguen apoyando sus últimos pataleos.
No muy lejos, y delante de sus narices, el MAS está sufriendo un proceso de desmembramiento, pero él está ciego. Por eso se esfuerza en descalificar a todo aquel que ha surgido como líder, y para colmo habla de unidad. En ese partido, a estas alturas, hay muchos grupos y cada uno tiene un macho alfa. Como ejemplo se puede citar a Choquehuanca, Arce Catacora, Andrónico Rodríguez; sin contar a los otros que lideran a grupos de interculturales, movimientos sociales, avasalladores de tierras, importadores de autos chutos, etcétera, etcétera.
Ahora, cada grupo y subgrupo defiende sus propios intereses, y trata de imponer supremacía dentro de ese partido. La sigla del MAS es hoy pura decoración, y de nada les sirve el haber repetido hasta el aburrimiento, que llegaron al poder para quedarse 500 años. Hoy están desmembrados, van por el camino de la autodestrucción y no hay retorno. Es solo cuestión de tiempo y la batalla interna será campal.
Que a nadie le sorprenda si un día, uno de los machos alfa que ahora tiene las riendas de Bolivia, decide imponer orden haciendo que el macho alfa caduco beba algunos sorbos de su propio veneno. Para eso no habrá necesidad de fabricarle pruebas. Las pruebas están a la espera de ser ejecutadas, tanto a nivel nacional, como internacional.
Conociendo las leyes en Bolivia, es posible que a nivel nacional, los administradores de justicia, cachorros nombrados por el fugitivo, sean tibios al aplicar las leyes y le otorguen ciertos privilegios, como hicieron con Gabriela Zapata. A nivel internacional las cosas serían diferentes; la probabilidad de que un día Morales Ayma vea el sol a cuadros desde una celda y vestido con una bata de color naranja es muy alta.
El autor es especialista en integración y gestión de conflictos
Columnas de RUBÉN CAMACHO GUZMÁN