Una educación muy "solidaria y equitativa"
Hoy, los escolares retornan a clases. Unos lo harán de manera presencial (la mayoría), otros semipresencial, otros de manera virtual (los menos) y algunos a distancia (dicen).
El retorno debió ser hace medio mes, pero el incremento de casos de Covid obligó a las autoridades del Ministerio a dos postergaciones, entendiendo que, en ese corto, pero significativo tiempo académico, el virus disminuiría o se haría inofensivo. Eso no ha sucedido, pero los estudiantes han retornado a clases y de manera presencial, repito porque en Bolivia, la mayoría no tiene las condiciones mínimas para clases virtuales. No las tienen después de dos años y medio de vivir soportando al coronavirus, increíble.
El Ministerio no podía hacer una ampliación más porque hubiera sido cuestionado por aquellos establecimientos que sí pueden sostener clases de forma virtual, pero debía asumir una postura equitativa y solidaria con aquellos estudiantes que no gozan de las mismas condiciones... lo más fácil, disimular ampliando dos semanas el "descanso pedagógico" con una salida políticamente correcta, como es respaldar su decisión bajo el argumento de "decida cada Director la modalidad disponible para el retorno a clases y en cumplimiento de un protocolo de bioseguridad". Es decir, el camino menos exigido y comprometido cuando lo correcto era haber garantizado que todos los escolares de este país cuiden su salud/vida pasando clases virtuales de calidad... tiempo han tenido para cumplir con el mandato de la CPE, que garantiza una educación única, igualitaria, equitativa... bla, bla, bla. Pero no, la realidad es otra: La CPE se cumple cuando conviene y no incomoda.
Por su parte, los colegios que han invertido en tecnología y que sí pueden gestionar el proceso educativo de manera virtual se han visto obligados a acatar los tiempos y movimientos de un Ministerio "solidario y equitativo" sentenciando a sus estudiantes a seguir postergando sus aprendizajes, ya en desventaja y retraso por el impacto del Covid.
La idea es que después de dos años y medio de pandemia, todos los chicos pudieran pasar clases virtuales precautelando sus vidas, pero no, entonces, el sistema debe mostrar señales de ser equitativo postergando a los que pueden (por iniciativa, esfuerzo e inversión propia) y postergando también a la mayoría que depende de un sistema fiscal que se las da de igualitario, solidario y equitativo cuando en realidad lo que pasa es que no tiene la capacidad para exigir al sistema mayor presupuesto para educación ni la decisión política para flexibilizar, descentralizar y liberar la educación de las garras del poder autoritario, centralista y miope que es.
Hace dos semanas, autoridades del Ministerio amenazaron con multar e incluso quitar la licencia de funcionamiento a un colegio privado de Cochabamba por querer pasar clases virtuales de nivelación por el simple y total argumento de no cumplir las instrucciones nacionales. Hoy esos estudiantes habrían ganado dos semanas de aprendizaje, pero el sistema no lo permitió y amenazó.
Hoy las cifras de contagios siguen en ascenso y sin embargo, muchos escolares volverán a clases presenciales, ¿esto no es atentar contra sus vidas?
Hoy las clases para todo el subsistema siguen en horario de invierno ¿Por qué? porque hay muchos chicos que vuelven a clases de manera presencial y hay que ser solidarios con ellos. ¿Y los que lo hacen de forma virtual desde la comodidad o incomodidad de sus viviendas también deben sujetarse el mismo horario? Sí ¿Por qué? También por equidad y solidaridad... porque en Bolivia, las autoridades nos tiran a todos hacia abajo, hay que ser solidarios con la pobreza, con las limitaciones, todos pobres, todos jodidos, todos perjudicados, todos limitados, todos dependientes de las decisiones de la autoridad, todos sin clases, todos iguales... para quedar bien con las mayorías.
Columnas de MÓNICA OLMOS