El factor YPFB en la crisis; no es la guerra, son los pillos
No es nada nuevo, pero no por ello vamos a dejar de mencionarlo: probablemente la mayor causa del problema económico que vive Bolivia se relaciona con el pésimo manejo del sector de hidrocarburos.
YPFB es el factor más importante en la preocupante caída de la economía nacional.
Desde el manejo comunicacional de YPFB nunca se nos dedicaron minutos para desmentir nada de lo que señalábamos; se limitaban a escribir malos comunicados que en vez de explicar nos daban la razón acerca del desabastecimiento y de los problemas causados por la falta de pago a los traders que venden combustibles y lubricantes en exceso, porque, como todo “buen gobierno popu-socialista sigloveintiunero”, tiene que abastecer incluso a los contrabandistas.
Hace unos días, el exministro Carlos Romero Bonifaz hizo una serie de acusaciones sobre la corrupción del Gobierno (mira quién habla) y centró su mira en YPFB. De inmediato salió a hablar un funcionario que se dio una vuelta por algunos canales para dizque aclarar las “opiniones del Dr. Romero”, cuando lo que hizo el exministro fue disparar munición pesada, respaldado en datos internos, aunque le faltó y se quedó con harto, para lo que puede ser una segunda parte que posiblemente salga en la semana que viene.
El funcionario de YPFB, como era previsible, echó la culpa de todos los males a la guerra Rusia-Ucrania comenzada el año pasado, guerra que, parece haberse convertido en una bendición o una cortina que al país le sirve para ocultar lo que probablemente sea el mayor escándalo de corrupción que Bolivia haya visto en el gobierno del MAS, incluido el caso Catler y la Planta de Urea. Recuerden: Morales presidente, Arce ministro.
En este pueblo hay un dicho muy sabio que dice: “el que echa a otro su mal, descansa” y de ahí, la guerra era la excusa perfecta, pero la verdad es que la actual falta de dólares y la drástica reducción de las reservas internacionales netas (RIN) es causada por YPFB
Por lo visto (cientos de camiones esperando cargar en Paraguay y, Chile) en los meses precedentes, y durante los 36 días de paro en Santa Cruz entre octubre y noviembre de 2022, y las “autotomas” de YPFB por parte de militantes del partido azul, que les debía servir para disimular la escasez y luego la crisis de comienzo de año, podemos decir que el problema se trata de una muy mala gestión de Armin y Cachito, que han comprado “muy mal y muy caro”, con enormes sobreprecios y comisiones y, aunque nos digan que piden precios a casi 100 distribuidores, no nos dicen que estos no cumplen con las entregas (ejemplos hay muchos) y terminan comprando a las mismas empresas, como era su intención inicial.
Veamos algo de ello: Según lo que se encuentra en el INE, el primer semestre de 2022, el valor de las importaciones de diésel (el primer producto de las importaciones bolivianas), fue de $us 1.067.767.380 lo que revela a un incremento de 137% en relación con el periodo de enero a junio del año 2021, cuando Bolivia gastó $us 449.955.030. La tremenda diferencia de $us 617.812.350 permitió el incremento del volumen importado en solo 29% (891.861.008 kg contra 692.256.033 kg).
¿La guerra? No, esperen un poco; vamos a ver que no, porque hay volúmenes que no tienen explicación.
Siempre sobre datos oficiales: la importación de gasolinas con RON (índice de octanaje) inferior a 87 (no es de muy buena calidad, evidentemente) ocupa el segundo lugar entre los productos más importados al país. Si comparamos el periodo de enero a junio de 2022 con el mismo periodo del año 2021 se obtiene lo siguiente: hay un incremento de gastos de importación del 206%, lo que equivale a una diferencia de $us 438.251.836.
Eso, hablando sólo de dinero, pero, entre ambos periodos, el volumen importado pasó de 278.664.144 kg a 574.725.736 kg, lo que significa que la importación del mismo combustible tuvo un incremento inexplicable de volumen 106%.
No es la guerra, son los pillos, porque nadie puede perder de vista el hecho de que es imposible explicar que con un crecimiento de la economía inferior al 10%, el consumo del diésel se hubiera incrementado en casi 30%; eso significó que se importen alrededor de 200 millones de litros más de ese carburante.
Entonces, no es la guerra; es más, expertos aseguran que se ha comprado a precios y “con premios” (comisiones que se pagan a quienes consigan el producto) que ni la guerra Rusia-Ucrania permite justificar.
Pero si así te va con el diésel, agarráte Catalina que se viene lo de la gasolina: hemos tenido una escandalosa importación de un volumen adicional de más de 300 millones de litros de gasolina que en el mismo periodo de 2021. Explícame, ¿cómo es que incrementaste en tan poco tiempo un 106% de importación cuando no se justificaba? ¿El campo, el transporte, camiones, tractores, cosechadoras, sembradoras, micros, no trabajan con gasolina, entonces, por qué se incrementó el volumen de diésel importado? Por pillos nomás, se me ocurre decir.
El INE, que no sabe de censo, pero se supone que le entiende algo a lo económico, consigna que: de enero a junio de 2022 se gastaron $us 1.056.064.186 más que en el mismo periodo de enero a junio de 2021 y se importaron por lo menos 500 millones de litros más entre diésel y gasolina (insumos y aditivos). Si esto es así, ¿por qué motivo en varios periodos de 20222 y en este mismo año 2023 hubo desabastecimiento y escasez de combustibles?
¿Las filas largas, son como las del dólar… por especulación y artificialización de demanda, como dicen en el Gobierno? No, son porque esto ya pasó antes y, el que se quemó con leche, ve una vaca y llora.
El tema es largo y no hay mucho espacio para escribir, aunque hay respaldo y conocimiento del tema como para hacerlo, pero, dejaremos algunas preguntas que en el Gobierno las podrían responder… no para que quedemos tranquilos, sino para ver qué inventan.
Vamos:
¿Es cierto que ahora ya no es YPFB Corporación la que compra porque está en total iliquidez? ¿Es verdad que se gastaron sus recursos, después pidieron más de una vez dos mil millones de bolivianos liberados en Nocres (Notas de Crédito Fiscal negociables); después solicitaron la liberación de los recursos del Fongas (Fondo Nacional del Gas para YPFB), aproximadamente $us 300 millones, y se los gastaron en importaciones? ¿Se gastaron los dólares repatriados de las empresas estatales y hace pocas semanas se repatriaron los dólares de YPFB Chaco e YPFB Andina? ¿Es verdad que ahora están transfiriendo las compras a YPFB Refinación para gastarse la caja de esas subsidiarias, igual que hicieron con las plantas de biodiesel?
¿Por qué YPFB compra más combustible del que necesita el país?
¿Por qué existen operadores externos en las compras de combustibles de YPFB?
¿Por qué Bolivia compra a sub-traders (vendedores no principales) que tienen directa relación con Trafigura y Vitol? ¿Y nos dicen que en el gobierno anterior la compra a Trafigura era de 80% y ahora es del 20%, como si los sub-traders no trabajaran directamente con ellos?
¿Es verdad que los surtidores de la frontera con Perú bajaron considerablemente sus ventas a partir de la crisis política en el vecino país?
Y la última: ¿Por qué importamos gasolina más cara y no compran etanol de los ingenios nacionales que lo producen?
Aquí lo dejo… la crisis no es por la guerra sino por el saqueo que están haciendo en YPFB.
El autor es periodista
Columnas de CARLOS FEDERICO VALVERDE BRAVO