Una pequeña lista de pedidos a los candidatos
A una semana de las elecciones, quienes creemos en el sistema democrático podemos estar de fiesta, parece ser que el partido político que más poder tuvo en lo que va de este siglo, y que no creía para nada en la democracia, ha sido vencido, ha perdido su magia, y ha aparecido desnudo ante su propio electorado, que tan cautivo estuvo los últimos 20 años.
Es que no hay como pasar una o varias noches en la cabina de un camión para reflexionar y desencantarse de un discurso que no tiene sustento.
También la frugalidad invita a la reflexión, cuando ya no se puede comer todo lo que uno quisiera aun teniendo gustos normales, uno se la piensa, y ni que se diga cuando ante la enfermedad uno ve el aumento del costo de los medicamentos, uno empieza a pensar, a darse cuenta de que lo estuvieron engañando.
Tengo la esperanza de que los indecisos, y los del voto nulo, no son masistas encubiertos, sino masistas desengañados, que están procesando el haber vivido equivocados.
Ahora bien, existe la real posibilidad de que, por los resultados del próximo domingo, nos enfrentemos en una segunda vuelta a la disyuntiva de elegir entre Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, ambas opciones muy parecidas, aunque indudablemente el acompañante de formula del primero, supera con creces al acompañante del segundo.
Si el hado es propicio y nos toca elegir entre estos dos inteligentes hombres para gobernarnos, creo que podemos optar por el que mejor nos caiga, pero también que haga eco de nuestras inquietudes, las grandes, y también las pequeñas, las que casi son manía para algunos de nosotros.
Creo que ambos están de acuerdo en los grandes temas: para empezar, reformar y dignificar la justicia, combatir la corrupción, acabar con la subvención, y no gastar más de lo que se tiene.
Pero hay pequeños detalles que también son importantes para el día a día, y que deben ser tomados en cuenta. Yo daría mi voto a quien ofrezca alguna solución a los problemas que yo identifico, y por eso me doy la libertad, como columnista de hacer mi wish list, mi lista de lo que quisiera que cambie, y para lo que no se necesita una reforma constitucional.
No es una lista de prioridades ni esta ordenada, pero importancia, pero aquí está.
Quiero que se acabe el servicio militar obligatorio, porque sigue siendo una aberración y es un gasto insulso, y aunque usted no lo crea se lo puede cancelar sin reformar la Constitución, basta con convertirlo en un fin de semana de saludo a la bandera.
Quiero que se acabe la ridícula prohibición de importación de autos usados, que obliga a la gente más pobre a comprar autos importados ilegalmente, porque los nuevos son muy caros, y un carro es una necesidad, no un artículo de lujo.
Quiero que se acabe con la prohibición de la importación de ropa usada, porque uno debería tener la libertad de comprar lo que quiera, y usar su dinero de la manera que quiera (ahorrar en ropa, por ejemplo, para comprar libros), y evitar así que solo las mafias o las personas inescrupulosas participen de un negocio que no ha cejado pese a la expresa prohibición de hace más de 10 años.
Quiero que volvamos a tener relaciones con Chile, porque es absurdo no tenerlas con el país por el que hacemos la mayor parte de nuestras exportaciones e importaciones, se necesita una testarudez rayana en algo peor, en el campo diplomático, para no tener relaciones diplomáticas con un vecino.
Quiero, en el campo del turismo, que dejemos de pedir visa a ningún potencial turista de país rico, y que ésta deje de costar dinero. No debemos cobrar dinero para que nos visiten.
Quiero una ley que ayude a la conservación de nuestro acervo arquitectónico, algo que se puede hacer con mucha facilidad. Liberando de impuestos a esas casas si están bien conservadas.
Y una ley que permita al Estado apoyar en la conservación de los bienes de la Iglesia, que son parte de ese acervo, y que la Iglesia católica no está en condiciones de conservar.
No añado a mi lista de deseos lo que quisiera que se haga con Derechos Reales, porque sería ilegal, pero esa instancia debe ser modificada de raíz.
Solo espero que alguno de mis lectores, cercano a los candidatos, les haga llegar alguna de estas sugerencias de mi muy particular lista.
Igual, si todo sale como se pinta, nos esperan tiempos mejores.
El autor es operador de turismo
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