Gobierno declara desastre nacional por sequía e incendios forestales
El avance alarmante de los incendios en Bolivia y la fuerza con la que las llamas desbordaron el operativo humano, han obligado al gobierno a declarar emergencia nacional para solicitar ayuda internacional y desplegar más recursos.
"Pido unidad para enfrentar el fuego, ayudar a los posibles damnificados y para proteger el medio ambiente y los animales. Estamos declarando desastre nacional por sequía y por incendio. Es una necesidad, tenemos fuertes amenazas, no quisiéramos que suceda lo mismo que el año pasado, por tanto creo que todavía estamos a tiempo", expresó la presidenta Jeanine Áñez.
Si bien la cuantificación de pérdidas de estos incendios son menores a las registradas en el 2019 (de más de cinco millones de hectáreas), la alerta se acrecienta dada la aguda sequía que se arrastra, desde hace meses, en diferentes regiones de características bastante secas en esta temporada.
ARDUO TRABAJO
El ministro de Defensa, Luis Fernando López, aseveró que las autoridades nacionales, departamentales y locales "agotaron todos los esfuerzos" e hicieron todo lo que estaba al alcance para enfrentar la situación.
Afirmó que la tarea realizada inicialmente en la Chiquitanía y después los valles cruceños ha sido titánica, sin embargo, ya no pueden seguir solos.
Llamó a que "manos amigos del exterior" se fijen en la patria y puedan brindar la mayor colaboración. Alertó que no se avizoran lluvias en los próximos 10 a 15 dìas, lo cual complicará las cosas.
DATOS
El monitoreo a focos de calor realizado por el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA), en los territorios indígenas y áreas protegidas de Bolivia, entre 1 y el 30 de septiembre 2020, reportó que se registraron 116.285 focos de calor acumulados en toda Bolivia; de ellos, 55.910 se ubicaron en los departamentos de Santa Cruz, 41.910 en Beni, 4.632 en La Paz, 4.665 en Pando, 3.917 en Cochabamba y 3.942 en Chuquisaca.
Las tareas para sofocar el fuego persisten, pero en varias regiones las llamas han desbordado todo esfuerzo humano. Las pérdidas en hectáreas oscilan en el millón de hectáreas y los pobladores afectados alertan de mayores riesgos.