En Cochabamba existen 345 mujeres privadas de libertad. De este número, el 99 por ciento son madres, pero para ellas maternar desde la cárcel es muy difícil o casi imposible porque la mayoría son mamás solteras, sus familiares las olvidan y en la mayoría de los casos sus parejas las abandonan. A esto se suma que deben lidiar con el hacinamiento penitenciario, la retardación de justicia, la falta de atención de las autoridades y los problemas emocionales, que derivan de su compleja situación.