Andreas Siles: “Mi mundo, es mi familia y mi violín”
Es un día “normal” y por la diferencia de horarios -de cinco horas- tenemos que “sacrificarnos”. Son las 6 de la tarde, mientras que para él son las 11 de la noche. Está al otro lado del planeta, en Europa Central, en Austria, allí radica desde hace 11 años, es otro brillante cochabambino, también formado en el Instituto Laredo: Andreas Siles Mellinger.
Destacó desde niño con el violín. Los deseos de salir a buscar sus sueños se concretaron a los 13 años. “Creo que no resultó difícil alcanzar mis metas, tenía confianza en mi habilidad musical”, recuerda Andreas y destaca la ayuda familiar, de algunos de sus mentores y de su colegio para radicarse en Austria.
Como Albert García, Andreas Siles, tiene un palmarés impresionante. En 2014 obtuvo el primer lugar “Magna cum Laude” del Concurso de la Johann Sebastian Bach Musikschule, Wien, Österreich, en Austria. En 2018 fue finalista del Concurso de Música de Cámara “Musica Junventutis” (Viena), 2019, y alcanzó el tercer lugar en el concurso internacional Antonio Vivaldi (Viena). En 2021, obtuvo el tercer lugar en el concurso internacional de violín “Vittorio Veneto” (Italia). El año pasado, fue ganador en el concurso de música de cámara “Concorso Rospigliosi” (Italia), ganador del concurso de música de cámara “Concorso Cittá di Palmanova” (Italia) y segundo lugar en el “Swedish international Duo Competition” (Suecia).
Es un violinista de digitación fuerte y concentración extrema en los teatros, pero alegre y de muy buen carácter sin el violín.
- ¿Cómo se dio tu repentina salida al exterior?
- Me fui cuando tenía 13 añitos y empecé a estudiar en la Johan Sebastian Bach Musikschule, en Viena, (Austria) con la profesora de la clase de talentos Lucia Hall. Todo se dio gracias a la colaboración del Laredo, a través de gestiones con el International Music Education Network, y a una beca con esa institución. Después de haber estudiado tres años intensivos en esta escuela, entré con 17 años a la Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena, donde empecé mis estudios con la Profesora Lieke Te-Winkel, después accedí a la prestigiosa universidad Mozarteum en Salzburgo, con Klara Flieder. También soy becado de la escuela de Música AVOS en Roma y tengo la posibilidad para tocar en conciertos.
- ¿Cuánto ha marcado en tu vida haber cursado tu primera etapa en el Laredo?
- El Laredo fue como un punto de partida para mí. El Laredo me brindó las herramientas necesarias para poder desarrollarme no solo musicalmente, sino también humanamente. Honestamente tengo que decir que el nivel de teoría en la música que me brindó el Laredo fue muy competitivo y no tuve problemas en mi destino musical de Europa.
- ¿La música es tu vida o tu profesión?
- Más que optar por la música como profesión, la música se volvió mi vida. Yo nunca lo vi como una profesión. Para mí hacer música es una necesidad, sin la música no existo. Obviamente esto se extiende más que sólo al hecho de tocar violín.
- Has paseado tu talento por diferentes escenarios de Europa, cuéntanos dónde.
- Durante mi carrera toqué en numerosos países, como Austria, Alemania, Italia, Japón, España, Suecia, Grecia, Dinamarca, entre otros. Las actuaciones más importantes que tuve y tengo grandes recuerdos son en la final del prestigioso concurso “Vittorio Véneto” en Italia con la Orchestra dell‘Accademia Teatro alla Scala, ahí toqué los conciertos de violín de Brahms y de Mozart. Fui solista acompañado con la orquesta sinfónica del Mozarteum, bajo de la batuta de Maxim Vengerov, uno de los violinistas más importantes del mundo. También un recuerdo grato es cuando toqué con mi trío “Arton Trío” en una de las salas más importantes en Viena, la Konzerthaus. Tengo muchos recuerdos hermosos de teatros y orquestas.
- Andreas fuiste concertino y te codeaste con músicos de primer nivel.
- Toqué en numerosas orquestas europeas, muchas veces como concertino. Entre otras orquestas, destaco a estas: Pforte Kammerorchester de Vorarlberg, Austria, “Orquesta del Encuentro” bajo la dirección de uno de los directores más importantes del mundo, Gustavo Dudamel, también en la Young Master Players, y en la “Musikkollegium Winterthur” en Suiza, con la “Mozarteum Orchester” en Austria, en “Webernsymphonie”.
- A tus 24 años, has recorrido mucho y eres un gran representante boliviano. Sé que estás elaborando tu tesis de grado, ¿podemos saber de qué se trata?
- Hace poco acabo de terminar de escribir mi tesis sobre el tango. Hice una investigación sobre cómo el tango debería ser tocado para poder dar una mejor imagen al público europeo, sobre esta música de tanta pasión que corre por mi sangre.
- Paseas por Europa como en tu casa. ¿Comes como en tu casa?
- Ya que mi día a día es bastante ajetreado con la música, trato de tener un balance, hago mucho deporte y me encanta cocinar, sobre todo cocina italiana, y para rematar estoy aprendiendo italiano.
Me gusta la pasta, pero realmente extraño la comida boliviana. He intentado cocinar algo criollo de Bolivia, pero los ingredientes de aquí no son iguales a los que tenemos allá, el sabor es absolutamente diferente.
- ¿Tus compositores favoritos?
Mis compositores favoritos de toda la vida son Brahms, Beethoven y Shostakovich.
- ¿Has escuchado las melodías de la naturaleza, los conciertos del viento en luna llena, o el solo de la lluvia y la nieve?
- Uno se inspira y llena el alma con la música. Ese es el poder de la música, puede conmover a absolutamente toda la gente, sin que haya alguna necesidad de hablar el mismo idioma. La música lo dice todo.