¿Qué es el micromachismo?
Se trata de un término acuñado en 1991 por el psicoterapeuta argentino Luis Bonino Méndez para dar nombre a prácticas también conocidas como “pequeñas tiranías”, “violencia blanda, suave'” o de “muy baja intensidad”, “machismos invisibles”, “sexismo benévolo” o “microagresiones” basadas en el género. Para entender con mayor claridad, esta definición se refiere a maniobras que son parte del cotidiano y casi imperceptibles, se encuentran ocultas para las mujeres que las padecen.
En la vida cotidiana, existen varias muestras de abusos: hombres que se detienen a mirar cómo realizas algunas acciones o actividad y son capaces de juzgarte con algún gesto.
De acuerdo con Bonino, muchos de estos comportamientos no suponen intencionalidad, mala voluntad ni planificación deliberada, sino que son hábitos de funcionamiento frente a las mujeres que se efectúan de modo automático, sin reflexión alguna. Sin embargo otros son conscientes, de cualquier forma atentan “contra la autonomía personal de la mujer".
Bonino establece cuatro categorías de micromachismos que se presentan en las parejas y son las siguientes:
Los micromachismos directos, aquellos en los que el hombre usa la fuerza moral, psíquica, económica o de su personalidad para pretender doblegar a las mujeres y persuadir de que la razón no está de su parte: amedrentar a la mujer mediante el tono de voz, la mirada o los gestos; tomar decisiones importantes sin contar con ella; anular las decisiones que ella ha tomado; fiscalizar su dinero o sus gastos; monopolizar el sofá y el mando de la televisión.
Los micromachismos indirectos, maniobras ligeras que llevan a la mujer en la dirección elegida por el hombre y se benefician de su pensamiento confiado: silencio, aislamiento y mal humor manipulador; desautorización, dobles mensajes afectivo/agresivos, perder el respeto a sus sentimientos, controlar horarios y actividades, poner evasivas para que salga con su familia o amistades; situar en duda su fidelidad.
Los micromachismos de crisis: hipercontrol, eludir la crítica y la negociación, victimismo, dar lástima, mentirle y no cumplir los acuerdos; amenazar con abandonar la relación o con empezar una aventura con otra; no valorar o no dar importancia a las tareas o actividades que ella realiza.
Los micromachismos utilitarios: suponer, por ejemplo, que su papel fundamental en la vida es ser madre; desalentar o disuadir que estudie o trabaje.
Fuente: www.actitudfem.com