Cochabamba es parte de la ruta del tráfico de animales silvestres
Las personas y organizaciones criminales que se dedican al tráfico de animales silvestres usan como punto de descanso el departamento de Cochabamba, según la información proporcionada por la Policía Forestal Medio Ambiental (Pofoma) de Cochabamba.
El director departamental de esta unidad policial, Mauricio Soto, informó que, por lo general, los animales son trasladados de Perú a Brasil y viceversa. “En Cochabamba, los animales víctimas de trata ‘descansan’ en domicilios particulares clandestinos”, manifestó.
Algunos de estos animales son comercializados de manera ilegal en Cochabamba, en el mercado La Pampa, la avenida Siles y las redes sociales. “El mercado negro se trasladó a las redes sociales y su campo de acción es grande; necesitamos mayores mecanismos para afrontar esta modalidad de venta”, señaló.
Soto explicó que realiza un monitoreo a grupos de compra y venta en redes sociales, logrando intervenir en algunas subastas de animales silvestres.
El traslado de las especies silvestres depende de la economía de los traficantes. “Mientras más dinero tienen, más lejos llega la mercancía”.
Metidos en botellas de plástico y con los picos fuera son transportadas las aves silvestres, esto para no ser detectadas en los controles que se realizan en aeropuertos y algunas terminales de buses.
Loros en cajones, tortugas acuáticas en bolsas plásticas con poca agua, monos de diferentes especies encadenados y flamencos en bolsas de saquillo son algunas de las especies que fueron rescatadas por personal de Pofoma de Cochabamba.
“Hace dos años atrás aproximadamente, encontramos 10 flamencos dopados y encajados en bolsas. Los traficantes los doparon para que no se percaten de su presencia”, recordó Soto.
En el tráfico de animales silvestres, de 10, sólo uno o dos llegan vivos, pero en malas condiciones, y pocas veces sobreviven. “Los drogan y los meten en bolsas, botellas, jaulas, además de mantenerlos sedados. Realmente pocos vuelven a despertar”.
Algunas personas requieren algunas especies para disecarlas y exhibirlas en sus domicilios o comercios. “Tener animales disecados también está prohibido. Es necesario que la gente tome conciencia de esto”, dijo.
Maltrato y muerte
Un oso andino bautizado como Ajayu es una víctima del tráfico de la vida silvestre, él fue capturado y puesto en cautiverio por sus traficantes.
Ajayu, en un intento de escapar de su cautiverio, fue agredido y lastimado en la comunidad cochabambina de K’omercocha, en Tiraque, por pobladores de esta región que, tras propinarle varios golpes, le dejaron ciego y con el hocico partido.
A su corta edad, tuvo que conocer la crueldad de las personas, debido a que fue arrancado de su hábitat por personas que pretendían lucrar con él.
Luego de ser rescatado y sometido a varias cirugías, Ajayu fue traslado al departamento de La Paz, actualmente vive en La Senda Verde.
Pese a haber quedado ciego y sin sentido del olfato, aprendió a movilizarse en este ambiente de manera independiente.
15 funcionarios de Pofoma
se encuentran a cargo de controlar la venta de animales en Cochabamba; solicitan mayor apoyo.
SANCIONES
Ley 700 protege las especies silvestres
Con el objetivo de frenar el tráfico de vida silvestre y los actos de crueldad contra los animales, en 2015 se aprobó la Ley 700, que sanciona este accionar.
Esta normativa penal es “suave”, según los activistas, porque una persona que incurre en estos delitos, pese a contar con una sentencia, puede acogerse al perdón judicial y salir en libertad.
“Necesitamos que los legisladores endurezcan esta normativa y sienten un precedente”, señaló el director departamental de Pofoma, Mauricio Soto.
Apartar a especies de su hábitat natural les causa trauma y estrés
El director departamental de la Policía Forestal Medio Ambiental (Pofoma), Mauricio Soto, informó que algunos animales recuperados o entregados de manera voluntaria por sus “propietarios” fueron devueltos, ya que la mayoría fueron domesticados e incluso humanizados.
“Una persona vino a entregar de manera voluntaria a un loro, pero éste no quería comer el alimento correspondiente a su especie. Un día descubrimos que esa ave sólo come pollos Kingdom; nos vimos obligados a devolverlo a su propietario”, contó.
Arrancar a una especie silvestre de su hábitat natural no sólo causa un trauma en el animal, sino también puede derivar en estrés, esto podría ser letal.
Las especies que llegan a ser domesticadas ya no pueden reinsertarse a su espacio natural. “El hecho de sacarlos de su ‘hogar’ es revictimizarlos y esto también puede ser letal”, explicó el jefe policial.
Alrededor de los mercados populares de Cochabamba, se ofertan algunas especies a la venta, entre éstas se encuentran las tortugas de agua conocidas como petas, que algunas personas adquieren para tener como mascotas.
“Les gusta tenerlas cuando son pequeñas, luego requieren de más cuidado. Esta especie debe permanecer en agua limpia y en movimiento; pero esto representa mucho trabajo para algunas personas y las dejan morir”, dijo.