Pese a permiso de circulación, pacientes renales sufren con el traslado para sus tratamientos
En época de cuarentena por el Covid-19, el traslado de un lugar a otro es uno de los aspectos más difíciles, sobre todo cuando se trata de emergencias de salud como en el caso de los pacientes renales. Muchos de ellos, pese a contar con un permiso de circulación, aún tienen dificultades porque no todos cuentan con un vehículo o motocicleta para su respectivo traslado.
Vladimir (nombre ficticio) vive en la zona sur y el centro de atención en dializa está en el kilómetro tres a Sacaba. Debe levantarse una hora antes de su sesión, que es de 05:00 a 09:00. Los primeros días se dio modos para circular y evitar la retención que los militares y policías realizan en las avenidas principales de la ciudad. Se hizo un letrero que decía “Paciente renal” y lo colgó en el taxi u otro transporte que conseguía para asistir a su clínica respectiva.
“Cuando se limitó el decreto de circulación, lo primero que pensé fue cómo llegaría a mi centro. Tengo mi carné que avala que soy paciente renal, pero según algunos policías que me detuvieron en el camino no era suficiente, entonces tuve que explicarles que se trataba de un tema de salud”, cuenta Vladimir a Los Tiempos.
Hubo ocasiones en las que el taxista le cobró hasta 35 bolivianos la carrera de ida. Al retornar tuvo que caminar para ahorrarse el efectivo. Vladimir vive esta situación cada que va a su sesión. “Puedes faltar hasta una vez, pero dos veces no porque es jugar con tu vida misma. Hay otros casos que sí o sí deben dializar sin falta”, asegura.
Uno de los representantes de la Asociación de Pacientes Renales, Guillermo Gardizabal, informa que existen varias personas con casos crónicos y de la tercera edad que están exponiéndose a contraer el coronavirus. Aseguró que en esta época de cuarentena sugirieron a la Alcaldía de Cercado que dote de buses para trasladar a los pacientes del municipio. Sin embargo, aún no recibieron respuesta alguna.
Hay algunas clínicas que están brindando sus ambulancias para transportar a sus pacientes. Bertha (nombre ficticio) es una las afortunadas en recibir este servicio. “Hay otras personas de la zona sur que nos recogen y nos llevan a sesión. Pero hay días que por casos de emergencia, el vehículo no puede y pues tenemos que caminar”, señala.
El Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Cochabamba entrega de “permisos verdes” de circulación y credenciales a los pacientes renales con la finalidad de que puedan circular a las unidades en donde dializan. A la fecha, se emitieron más de 200 permisos.
En Cochabamba existen más de 850 pacientes renales y varios centros de hemodiálisis públicos, tres de ellos están en el trópico (Entre Ríos, Ivirgarzama y Villa Tunari) y otros tres están en el centro de la ciudad: Hospital Viedma, Hospital del Niño y en Colcapirhua. Asimismo, hay otras ocho unidades privadas.
Pacientes de provincias
Los pacientes que viven en otras provincias son los más afectados debido a la prohibición de circulación.
El responsable de salud renal del Sedes, Ramiro Coca, dijo que los mismos pacientes deben a las autoridades de su municipio para su respectivo traslado. Esta gestión se realiza en la oficina de discapacidad que cada uno cuenta.
Según el cronograma del Gobierno central, la cuarentena culminaría el 15 de este mes. Hay más 150 casos de Covid-19 en el país y la población más propensa a contraer el virus son las personas de la tercera edad.
El representante de la Asociación de Pacientes Renales, Guillermo Gardizabal insiste en que la situación es complicada para el sector por el transporte y la falta de apoyo por parte de las autoridades.