Aumentan redadas contra los inmigrantes en EEUU
Nueva York, Washington y Londres |
El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo en Twitter que el aumento de las redadas para detener indocumentados responde a sus promesas de campaña, al tiempo que aseguró que la mayoría de los que serán deportados son “miembros de bandas y traficantes de droga”.
“La campaña contra criminales ilegales es meramente en mantenimiento de mi promesa de campaña. Miembros de bandas, traficantes de droga y otros están siendo deportados”, aseguró el mandatario.
Trump firmó el 25 de enero dos órdenes ejecutivas migratorias que, además de exigir la construcción de un muro con México, pedía el aumento de agentes para acelerar las redadas en busca de indocumentados, en las que ponía acento en personas con antecedentes criminales, pero también faltas menores sin sentencia.
Eso supone un endurecimiento de las deportaciones con respecto a la anterior administración de Barack Obama, que daba prioridad a las de personas con condenas criminales.
En tanto, la agencia migratoria estadounidense (ICE) arrestó en la semana pasada por lo menos a 680 inmigrantes en situación irregular en operaciones realizadas simultáneamente en varias ciudades, informó ayer el secretario de Seguridad Interna, John Kelly.
“De ese total de arrestados, aproximadamente el 75 por ciento son criminales extranjeros” condenados por delitos como homicidio, abuso sexual, tráfico de drogas, desórdenes, conducir automóviles bajo embriaguez y posesión ilegal de armas, afirmó Kelly en una nota oficial.
Los arrestos fueron realizados por agentes del ICE en Los Ángeles, Chicago, Atlanta, San Antonio y Nueva York.
Según Kelly, esas personas “representaban una amenaza a la seguridad pública, a la seguridad de nuestras fronteras o la integridad del sistema migratorio de nuestro país”.
Durante toda la semana pasada diversas entidades de defensa de los inmigrantes habían denunciado que agentes de ICE estaban realizando amplias redadas en las principales ciudades del país que incluían a personas en situación irregular pero sin ningún cargo criminal.
Mientras tanto, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, expresó su apoyo a todos los inmigrantes que viven en la ciudad, “documentados o indocumentados”.
“Vamos a usar todas las herramientas a nuestra disposición para protegerlos de cualquier exceso federal”, dijo De Blasio.
Nueva York, como otras grandes urbes de EEUU, está considerada una “ciudad santuario”, pues protege de la deportación a los indocumentados.
El asesor político de Trump, Stephen Miller, defendió la suspensión de la Casa Blanca del programa de refugiados y el veto a la entrada de personas de siete países musulmanes, además afirmó que explorarán todas las opciones para acabar con la “usurpación de poder” de la justicia.
Miller aseguró que la decisión de un juez de distrito de detener la orden ejecutiva de veto migratorio fue “ideológica”.
EEUU Y CANADÁ CON DIFERENCIAS
El presidente Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, marcaron ayer sus encontradas posiciones sobre migración y refugiados, aunque adoptaron un tono conciliador sobre el intercambio comercial entre los dos países fronterizos.
Trump defendió su polémico decreto migratorio como “duro” pero “de sentido común” y vaciló al ser preguntado si la política de puertas abiertas de Canadá representa una amenaza para EEUU.
“Nunca puedes estar totalmente confiado”, dijo Trump sobre el vecino del norte, antes de elogiar los arrestos de los últimos días en varios estados.
Por su parte, Trudeau recordó que Canadá ha recibido a cerca de 40.000 refugiados sirios en el último año, el primer ministro estimó que esa política se ha llevado a cabo “sin comprometer la seguridad (...) y hemos sido exitosos”.
EN LA CUERDA FLOJA
La supervivencia en la Casa Blanca de Michael Flynn, el asesor de seguridad nacional del presidente Trump, está en juego a raíz de la posibilidad de que mintiera a altos cargos del Gobierno sobre sus conversaciones con el Gobierno ruso.
Según el diario The Washington Post, Flynn habló con el embajador ruso en EEUU, Sergey Kislyak, en varias ocasiones antes de la llegada al poder de Trump en enero, y conversó con él sobre las sanciones impuestas a Moscú por el Gobierno del entonces presidente Barack Obama.
Esa información, contradice lo expresado por varios altos funcionarios de la Administración de Trump, incluido el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, quienes habían negado en las semanas anteriores que Flynn hubiera abordado las sanciones con el embajador ruso.
LADBROKES
Apuestan destitución temprana
Las probabilidades de que el presidente Trump renuncie al puesto o sea destituido antes del fin de su mandato han aumentado en la casa de apuestas británica Ladbrokes, que ayer fijó esa posibilidad en un 48 por ciento (11 contra 10).
Tres semanas después de la investidura del magnate republicano, la irlandesa Paddy Power calcula en un 20 por ciento (4 contra 1) las opciones de que el Congreso estadounidense realice este mismo año un “impeachment”, o juicio político, que acabe con su mandato antes de tiempo.
“Trump asegura que acabará su trabajo, pero el dinero sugiere lo contrario. Quienes apuestan no están del todo convencidos de que los próximos cuatro años vayan a ser fáciles y creen que podría estar fuera de la Casa Blanca, por un ‘impeachment’ o una renuncia, más pronto que tarde”, dijo a Efe Jessica Bridge, portavoz de Ladbrokes.
Según los cálculos de la casa de apuestas, las probabilidades de que el presidente estadounidense no finalice su mandato han ido en aumento desde que ganó las elecciones a principios de noviembre, cuando las opciones de una retirada temprana se valoraban en el 25 por ciento (3 a 1).
Secciones de apuestas
Algunas firmas han abierto secciones de apuestas “especiales” sobre el presidente, que ha aprobado en sus primeros días de mandato medidas polémicas como el veto migratorio a los nacionales de siete países de mayoría musulmana.
Los jugadores de Ladbrokes ven más probable que el republicano visite este año el Reino Unido (78 por ciento de posibilidades), que Rusia (45 por ciento), y creen que, en caso de acabar su mandato, no será reelegido en 2020, con una probabilidad del 67 por ciento.