Alejandro Gaviria “Me lanzo al vacío y espero que en el descenso me crezcan alas”
ERNESTO CORTÉS
El anuncio de la presentación como candidato independiente a las elecciones presidenciales de Colombia en 2022 define bien a Alejandro Gaviria (55 años): a través de un video de un poco más de seis minutos que publicó en las redes sociales, lo que refleja el valor que les da a las nuevas herramientas tecnológicas; y en su biblioteca, donde goza de su febril actividad intelectual.
Allí ha escrito algunos de sus libros y ensayos, una faceta que combina con una amplia experiencia pública. Exrector de la Universidad de los Andes, exministro de Salud de Juan Manuel Santos y exsubdirector de Planeación Nacional de Álvaro Uribe, llega con un primer propósito: ponerle fin a la polarización en la que está inmerso el país, precisamente por las diferencias entre los expresidentes y sus seguidores.
En paralelo, Gaviria publicó un documento titulado “Un ideario en 60 puntos” en el que define su forma de concebir la libertad, el cambio social, la política y el papel del Estado. “No está escrito en piedra. Cambiará con el tiempo, la conversación y el aprendizaje diario”, anunció. Desde ese instante, el escenario electoral en el país se sacudió. Gaviria elegirá, en una primera fase, la recolección de firmas para inscribir su nombre.
-Finalmente decidió dar el paso después de múltiples dudas y consultas. ¿Cuál fue la razón determinante para hacerlo?
Fueron varias razones. Pude despejar las dudas sobre mi salud, mis exámenes salieron bien. Pudimos, como familia, después de muchas reflexiones, ponernos de acuerdo. Y entendí que, en esta coyuntura crítica, en esta crisis de confianza, tenía una obligación más allá de mi papel como rector.
Como les escribí a los estudiantes, yo creo que lo mejor de la ciencia y la cultura, lo mejor del conocimiento humano, puede transformar la sociedad.
-Es decir, ¿el parte médico de su salud es muy positivo?
Así es. Me preocupa un poco el estrés. Aunque en mi última visita al oncólogo le pregunté al médico si le preocupaba el estrés, me miró sonriente y me dijo: “Tiene mi voto”. Con algo se empieza.
-Hablemos de política. Con tantos candidatos disputándose el voto de opinión, ¿no es un salto al vacío?
Por supuesto que hay riesgos, de eso se trata la vida. Me ha gustado repetir estos días una frase del escritor Ray Bradbury, “me lanzo al vacío y espero que en el descenso me crezcan las alas”. Así será.
-Pero una persona que nunca ha hecho política electoral, ¿cómo aspira a seducir al electorado?
Con las propuestas, con autenticidad, con la verdad que es un arma poderosa. Creo que eso es lo que la gente quiere, alguien distinto, no atrapado en rencillas eternas y en las peleas de siempre.
-Desde el ámbito personal, ¿qué le da la seguridad de que tomó la decisión correcta?
Ya eso quedó atrás. Las cavilaciones ya pasaron. Ahora voy con toda, con la idea fija de presentar mis propuestas y enriquecerlas con cientos y miles de historias en el país.
-Usted ha sido testigo de estas dos décadas de discurso polarizante, ¿Cómo sacar al país de esa tendencia? ¿Es fácil?
No es fácil. La única forma es con el ejemplo. Creo en el respeto, en el pluralismo, en la idea de respetar éticamente a quienes piensan distinto. Las palabras violentas, la ausencia de cualquier pluralismo, eso me preocupa.
-¿En qué se va a diferenciar su discurso político de lo que ya viene escuchando el país?
Más propositivo, más respetuoso, más optimista. Yo insisto en que Colombia tiene futuro, en que Colombia tiene que tener futuro.
-En su ideario de 60 puntos usted habla de la mentira y la calumnia como armas que degradan la política. Y a usted, sin lanzarse, ya le habían llovido de ambas, y tal vez vendrán más fuertes. ¿Le preocupa?
Me molesta un poco. Me impresiona, por ejemplo, cómo un senador como Wilson Arias, antes de mi lanzamiento, ya estaba difundiendo noticias falsas sin ningún reato, diciendo que yo había pertenecido a la junta directiva de Corficolombiana. Me preocupa esa facilidad con la que se miente sin escrúpulos. Me parece contradictorio mentir de esa manera y decir que se lucha contra la corrupción.
-Entre otras, le digo algunas cosas que se han dicho de usted: que es un candidato yupi, de las élites, por venir de una universidad prestigiosa como los Andes…
Yo fui el rector de una universidad. Pertenezco a una élite académica. No puedo negarlo. Pero he estudiado por 25 años, durante una larga carrera académica, los problemas de desigualdad, pobreza, violencia, los problemas colombianos. Siempre me he preocupado por el bienestar colectivo. A eso me dediqué. Así lo voy a mostrar en la campaña.
“COLOMBIA TIENE FUTURO” ES LA CONSIGNA DE GAVIRIA
REDACCIÓN CENTRAL
Alejandro Gaviria dijo que su eslogan va a ser “Colombia tiene futuro”.
“Yo he hablado de tres temas: evitar un tercer pico de violencia, generar oportunidades para los jóvenes, en particular las mujeres, y cuidar nuestra biodiversidad. He mencionado también la cultura. Colombia necesita un sentido de propósito colectivo. Ilusión. Tener un propósito común, creernos el cuento. Quiero ser alguien que invita a la gente a ser parte de la solución de los problemas. Yo no creo en el desarrollo que se entrega pasivamente”, fundamentó su decisión de llevar esa consigna en el proceso electoral.
Con relación al diálogo que sostuvo con el candidato de izquierda Gustavo Preto, Gaviria señaló que no le hizo una propuesta de alianza y que solo hablaron de ideas liberales.
“Creo que Petro lo que quería era un acercamiento estratégico con ciertas facciones políticas liberales que yo no represento. Yo las acojo por convicción, él por un tema de votos”, explicó.
Sobre las posibilidades que tiene el Centro Democrático en los comicios, indicó que no tiene chance de asumir la presidencia de Colombia.
“La agenda de largo plazo del Centro Democrático quedó atrás No es lo que el país quiere. Menos lo que necesita”.