El Vaticano encubrió casos de pedofilia al menos hasta 2015
El Vaticano siguió dando instrucciones para evitar los escándalos sobre la pedofilia de los curas, aún bajo el pontificado de Francisco, sostiene una investigación divulgada ayer por el diario italiano Domani.
Según la publicación, un alto jerarca de la Iglesia, cercano al Papa argentino, envió cartas, entre ellas una en 2015, para pedir que en el caso del cura francés acusado de abusos a menores, Bernard Preynat, condenado luego en 2020 por abusos sexuales, “se evitara el escándalo público”.
Se trataría de misivas enviadas por el actual secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal español Luis Ladaria, jesuita como el Papa.
La denuncia de Domani, firmada por el periodista especializado en investigaciones, Emiliano Fittipaldi, apunta el dedo contra “el sistema del silencio” que aún reina en el Vaticano, pese a la política del papa Francisco de mayor transparencia sobre ese fenómeno que ha desacreditado tanto a la Iglesia.
“Esta congregación —después de haber estudiado el caso del sacerdote de su diócesis que nos han remitido, Bernard Preynat— ha decidido encargar a ustedes la tarea de tomar adecuadas medidas disciplinarias, evitando el escándalo público”, reza la carta de Ladaria enviada a la Iglesia francesa y divulgada por Domani.
El religioso español había dado la misma instrucción en 2012, bajo el pontificado de Benedicto XVI, sobre el caso de un cura italiano acusado de abusos a menores, aunque pide también vigilar que no tenga contactos con menores.
Toda la jerarquía católica francesa se vio envuelta en el escándalo del cura Preynat, comenzando por el cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon, quien fue condenado en marzo de 2019 por haber encubierto los abusos del religioso y sucesivamente absuelto.
Un alud de revelaciones sobre los abusos sexuales cometidos por décadas por religiosos contra menores ha empañado el pontificado de Francisco, iniciado en 2013, pese a su voluntad de castigarlos con severidad.
Abusaron a menores en un internado católico alemán
Un informe encargado por el obispado de Tréveris, en el oeste de Alemania, reveló ayer que en un internado católico de la región, clausurado en 1983, los alumnos fueron sometidos durante décadas a abusos sexuales y violencia física.
El informe recoge los testimonios de 54 exalumnos que residieron en el internado Albertinum, ubicado entre Tréveris y Bonn, entre 1946 y 1983; muchos de ellos presentan aún secuelas psicológicas por las experiencias que vivieron entonces.
Los testimonios acusan a un total de 12 empleados del internado de ejercer de forma regular violencia física —que entra en la categoría de “maltrato infantil” según los autores del informe— para castigar a los alumnos incluso por las infracciones más nimias.
Además, los tres directores de la institución, todos ellos sacerdotes, así como un lego, ejercían violencia de carácter sexual y según el informe llegaron a violar a algunos alumnos.
El documento destaca que los alumnos se encontraban totalmente aislados del mundo exterior.
Uno de los afectados, Marzellus Boos, cuyo hermano, también alumno del internado, murió por suicidio a consecuencia de los abusos, afirmó el jueves en declaraciones a la cadena pública SWR que “los verdaderos culpables están en el obispado”.