Iglesia y ONU critican trato a personas con discapacidad
La Conferencia Episcopal Boliviana rechazó ayer la “insensibilidad” y “falta de humanidad” de la Policía al utilizar agentes químicos contra las personas con discapacidad cuando intentaban ingresar a la plaza Murillo. Entretanto, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó también su preocupación por esta situación e instó a los “actores involucrados de abstenerse del uso de la violencia y a las autoridades policiales precautelar la integridad física de las personas con discapacidad movilizadas en el marco de su derecho a reunión y manifestación pacífica”.
Entretanto, cinco ministros y cuatro viceministros se reunieron con miembros del Comité Nacional de Personas Con Discapacidad (Conalpedis), entidad que está bajo la tuición del Ministerio de Justicia, conformado por personas con discapacidad que no están movilizadas.
Después de los enfrentamientos registrados entre el sector discapacitado y efectivos de la Policía, representantes de los diferentes departamentos que integran este grupo informaron que desde el lunes reforzarán la vigilia en La Paz.
“Se han comunicado con nosotros gente de base de los nueve departamentos que desconocen a los dirigentes que están negociando con el Gobierno y anunciaron que vienen muchos más a integrarse, porque no les gustó el maltrato del que hemos sido objeto el miércoles. Dicen que los policías y las autoridades se están portando de manera abusiva que no miden nada y nos gasifican”, señaló Samuel Velásquez, dirigente de la Federación de Discapacitados de Chuquisaca.
Las personas con discapacidad que mantienen su vigilia en las calles Indaburo y Junín, ayer, nuevamente intentaron ingresar al kilómetro cero, pero sólo lograron retirar dos de las rejas metálicas.
“Ya nos separan pocas de estas barricadas para conseguir nuestro objetivo entrar a la plaza y hacernos escuchar con el Presidente”, dijo uno de ellos.
La Iglesia Católica se refirió a esta situación y señaló que “la construcción de rejas que cercan una plaza pública proyecta una imagen de autoritarismo y cerrazón que no permiten espacios de verdadero encuentro”.
Un comunicado de la CEB, titulado “Signos de deshumanización” y leído por el secretario general Aurelio Pesoa, señala que “ante la violencia usada contra las personas con discapacidad, (...) alza su voz de solidaridad con los hermanos que han marchado hasta la sede de gobierno en demanda de mejores condiciones”.
Además, denuncia el uso innecesario de la fuerza pública contra los discapacitados que exigen un bono mensual de 500 bolivianos.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas exhortó “al Gobierno nacional como a las organizaciones representativas de personas con discapacidad a entablar el diálogo que permita llegar a acuerdos y soluciones integrales en todos los ámbitos, salud, educación, trabajo y justicia”.
La ministra de Comunicación, Marianela Paco, cuestionó la posición de la Iglesia y dijo que “la jerarquía del clero eclesial tiene que aprender protocolos de cuidado para las personas con discapacidad, le voy a recomendar eso, caso contrario es otra mera actitud politiquera de un otro sector”, señaló.