El proyecto 1619 y la esclavitud en EEUU
El diario The New York Times (www.nytimes.com) viene desarrollando el "Proyecto 1619", con el fin de recordar el 400º aniversario del comienzo de la esclavitud en territorio estadounidense. Pretende rescatar los sufrimientos y las contribuciones de los afroamericanos llegados en barcos bajo pésimas condiciones de salubridad luego de haber sido cazados como animales en sus tierras de origen hasta por sus propios jefes de tribus, que se enriquecían con el vil comercio. El Proyecto 1619 pretende replantear la historia, colocando en sus niveles centrales las consecuencias de la esclavitud y las contribuciones afroamericanas. Loable iniciativa en verdad.
En el mes de agosto de 1619, solo 12 años después del establecimiento de los ingleses en Virginia, colonos de Jamestown adquirieron de unos piratas un grupo de 20 a 30 africanos robados de un barco portugués que los sacó a la fuerza de lo que ahora es Angola. Esos hombres y mujeres que tocaron tierra norteamericana en 1619 iniciaron con sus vidas la cruel esclavitud. Ese pequeño grupo fue una mínima parte de los casi 13 millones de africanos secuestrados de sus hogares y transportados a las Américas, en lo que fue la mayor migración forzada de la historia hasta la expulsión de los alemanes de sus tierras del este una vez concluida la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Antes de la abolición del comercio internacional de esclavos, más de 400.000 africanos serían vendidos en lo que ahora es EEUU. Esos individuos y sus descendientes transformaron las tierras a las que habían sido llevados y constituyen hoy una parte importante (entre 15 y 18%) del total de la población estadounidense. Su emancipación recién fue posible en 1865, al finalizar el conflicto civil entre unionistas y confederados. Transcurrieron casi 90 años desde la fundación del país del norte para que los negros sean libres. Y allí no terminaron sus desgracias; hasta el presente son objeto de discriminación. Felizmente se ha avanzado mucho en la materia; hasta se ha tenido un presidente de origen africano, Barak Obama. Aún con esos adelantos, el camino del afroamericano no es fácil y seguirá siendo complicado. Es por eso que el NYT -con excelente criterio- ha lanzado el proyecto 1619, para que se tome conocimiento no sólo de las penurias de este sector de la población de EEUU sino también de los aportes -con talento y sangre- en favor de la nación a la que le han brindado su lealtad, dejando atrás la esclavitud de sus ancestros.
Al contrario de los inmigrantes hispanos que tienen lengua propia y pautas más o menos comunes, los negros en Norteamérica únicamente conocen la cultura anglosajona que forzosamente asimilaron. Algunos estudiosos se adentraron en los orígenes africanos, pero el grueso de los afroamericanos -al ser traídos por la fuerza- perdió en sucesivas generaciones idiomas y costumbres nativas mientras asimilaba lo que pudo de quienes eran sus amos. La nefasta práctica de la esclavitud en EEUU iniciada en 1619 hace rato concluyó, pero falta mucho para que todos los estadounidenses -sea cual sea su color de piel- tengan igualdad de oportunidades; sigue latente el espectro perverso del racismo. Los afroamericanos ya han dado su aporte. Merecen con creces la chance de tener vidas dignas. 400 años es mucho, llegó la hora de la igualdad plena.
N.del E.- Por un error de edición, en este espacio correspondiente a nuestro columnista Agustín Saavedra Weise, se publicó un artículo titulado "Abogados colaborativos" que pertenece a otro autor. Pedimos por ello disculpas a ambos columnistas y a nuestros lectores.
El autor es ex Canciller de Bolivia, Economista y politólogo
www.agustinsaavedraweise.com
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