Día de la Mujer Boliviana
El Día de la Mujer Boliviana, que se conmemora hoy en homenaje a Adela Zamudio, cuya obra intelectual y práctica fue pionera en la lucha por una mayor y más equitativa participación de las mujeres en la sociedad, es como todos los años una ocasión propicia para reflexionar sobre lo mucho que se está avanzando, pero también sobre lo que falta por hacer, en el proceso que conduce hacia la construcción de un país en el que las discriminaciones basadas en el género sean sólo un asunto del pasado.
Fue la expresidenta Lidia Gueiler Tejada, la única mujer en el país que llegó a ejercer esas funciones, quien durante su corto mandato en 1980 aprobó un Decreto Supremo instituyendo el 11 de octubre como Día de la Mujer Boliviana en honor al nacimiento de la escritora cochabambina.
Es un homenaje muy justo, pues Zamudio, con su intelectualidad y acciones, abrió caminos que llevaron a una más activa participación de las mujeres en las actividades de la sociedad.
En el caso de la representación política de las mujeres, ésta aumentó significativamente desde que en forma progresiva se fueron ampliando, hasta el actual 50 por ciento. Así, la Asamblea Legislativa Plurinacional cuenta con 53,1% de diputadas y 47,2 % de senadoras, que significan un total de más del 50% de participación femenina. Lo mismo sucede con la participación paritaria en las asambleas departamentales, con un 45,2% de mujeres, y en los concejos municipales, con un 51%
A pesar de esas importantes conquistas, en el ámbito de la consecución de los derechos ciudadanos, superviven situaciones de desigualdad en campos de la salud, la educación y el trabajo.
Es cierto que es todavía mucho lo que falta por avanzar en el camino que conduce a la equidad de género. Pero lo logrado permite abordar el tema con una visión optimista pues no son pocos los avances que poco a poco se van acumulando en esa dirección. Es un proceso lento, lleno de dificultades y resistencias, pero que a pesar de todo se plasma en una creciente participación femenina en los más diversos ámbitos de actividad.
En efecto, son tantos los cambios que se han producido en la mentalidad colectiva, y consiguientemente en los hábitos cotidianos, en la estructura institucional y en todos los campos de la actividad económica, política, social y cultural, que la diferencia con la realidad que imperaba en décadas pasadas no puede ser desdeñada.
Por eso, y más allá de los justos homenajes, lo que corresponde es que el ejemplo de vida dado por Adela Zamudio siga siendo un referente para que la causa de la equidad de género se abra camino en la mentalidad colectiva.