Para debatir sobre los grandes temas
Los tres principales diarios de nuestro país, entre los que está Los Tiempos junto con Página Siete de La Paz y El Deber de Santa Cruz, han decidido unir sus fuerzas para hacer un aporte sustancial a nuestro sistema democrático. Lo harán a través de la operación “Debate Presidencial Elecciones Bolivia 2020”, que consistirá en la realización de tres debates con los candidatos presidenciales y uno con los vicepresidenciales, que serán difundidos por streaming y redes sociales de los tres grupos organizadores, y también se transmitirán por canales de televisión y radioemisoras que decidan sumarse a esta iniciativa comunicacional.
El propósito de la operación es contribuir a fortalecer el que por ahora es uno de los puntos más débiles de nuestro sistema democrático. Nos referimos al lugar secundario que ocupan las propuestas de los candidatos, plasmadas en sus respectivos programas que tendrían que difundir en sus campañas proselitistas. Falencia que se explica, en gran medida, por la falta de escenarios adecuados para que tan importante asunto ocupe el lugar principal que le corresponde, entre las preocupaciones colectivas de la ciudadanía.
De lo que se trata es de que durante el proceso electoral en curso no se repita tan grave omisión. En el más reciente y frustrado proceso electoral, por ejemplo, apenas se supo de los programas de gobierno cuando fueron presentados como parte de las formalidades exigidas para la habilitación de las candidaturas. Muy poco o nada se conoció sobre los aspectos medulares de sus respectivas propuestas. Los temas más importantes para el presente y el futuro de nuestro país fueron relegados a un segundo plano, opacados por estériles intercambios de acusaciones dirigidas sólo a descalificar a los adversarios.
Lo que corresponde ahora es dirigir la mayor parte de la atención colectiva a los grandes temas ausentes, como los criterios medioambientales que guiarán los actos de los próximos gobernantes, asunto del que a su vez depende en gran medida el futuro de la economía nacional. Lo que se haga o deje de hacer tendrá hondas consecuencias sobre nuestro futuro, por lo que no es admisible que no haya un fluido intercambio de ideas.
Para ello, es necesario que los candidatos dejen de eludir las batallas ideológicas y programáticas necesarias para dejar claramente establecido el rumbo hacia el que proponen conducir a nuestro país.
En la medida en que así lo hagan, y los medios de comunicación contribuyan a poner la confrontación de ideas en el lugar central de las campañas electorales, se podrá avanzar en el permanente proceso de perfeccionamiento de nuestro sistema democrático.