Ítems fantasma o ítems fantasmas
Ahora que está de moda hablar de ítems fantasma, no falta algún bienintencionado que me observa un titular y me corrige: “¿Oye, y qué fue de la ese final de fantasmas?, ¿te la comiste?”. “Esa es, pues, la letra fantasma”, le respondo. “Es la que está cobrando gratis, sin trabajar”. En otra ocasión y si me sobra humor, les respondo algo como que “está ahí, pero sólo los inteligentes la pueden ver”.
Pero como la mayor parte de las veces humor es lo que me falta y como veo que la mitad de los periódicos han optado por “ítems fantasma” y la otra por “ítems fantasmas”, me veo en la obligación de hacer mi Yo acuso y defender mi causa.
La norma dice que para el plural de conceptos compuestos por dos sustantivos sólo se pluraliza el primero. El ejemplo clásico es año luz, con su plural años luz, no años luces. Por tanto, es ítems fantasma.
Más ejemplos: guerras relámpago, perros policía, obras estrella, ciudades dormitorio, globos sonda, niños prodigio, peces espada, hombres araña (que también está de moda) y muchos más. Sólo se pluraliza el primer sustantivo.
Otra cosa distinta ocurre cuando se trata de un sustantivo y un adjetivo: panteras negras, trajes nativos o estados unidos.
La norma también se abre a “posibilidades” o “alternativas” en caso de que el segundo sustantivo esté adjetivado y aquí es donde se complica el asunto y suponemos que es de acá de donde se sustentan quienes escriben “ítems fantasmas”.
¿Y ahora cuál es el criterio para establecer un sustantivo adjetivado?
El ejemplo más próximo a nuestro caso, hallado en los portales lingüísticos en internet, es el de “buques fantasma” para el que también abre la “posibilidad” de “buques fantasmas”. Empate técnico. ¡Qué manera de complicarse la vida!
Bueno, para inclinar la balanza a mi favor, los portales también recomiendan la primera fórmula, y ¡zas! gano el partido con un gol en el minuto 90.
El autor es periodista
Columnas de LUIS FERNANDO AVENDAÑO