21 de junio
Celebramos el 21 de junio y más allá de misticismos y pensamiento mágico, alrededor de esta fecha, vemos que es un suceso astronómico. El 21 de junio es el solsticio de invierno, día en que la Tierra está más lejos del Sol; y el próximo solsticio de verano que será el 21 de diciembre. Este conocimiento lo hemos heredado desde hace siglos atrás gracias a un mundo antiguo que tuvo la capacidad de observar la posición de los astros, del movimiento del Sol y de los cinco errantes que hoy sabemos que son planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno; por cierto puedes verlos de madrugada en una alineación planetaria, suceso que se repetirá en 2040.
Esta observación nos sirvió durante siglos para entender a los ciclos de la Tierra, los tiempos agrarios, las épocas de lluvia y de ser uno con el cosmos. Pero hoy estamos inmersos en una cultura digitalizada y totalmente desconectada del entorno.
Creemos que por quemar carbón cada primer viernes del mes podemos lograr resultados óptimos en el negocio, o creemos que los planetas tienen un significado en nuestra vida personal, o en nuestra toma de decisiones, y estamos totalmente alejados del sentido real de fechas como el 21 de junio.
En este sentido queda abierta la reflexión precisamente para entender al mundo que nos rodea como lo que es: un suceso astronómico permanente.
Tu cuerpo está hecho de material estelar, el sol se va a destruir en cinco mil millones de años junto a la Tierra.
Así que cuando dices que quieres tocar a las estrellas, o que las estrellas influyen en tu vida, sólo toca a la persona más cercana. Tú y esa persona están hechas de polvo de estrellas.
Viene entonces el suceso fascinante de descubrir y entender que el universo no es infinito, que se está expandiendo, que el sol se convertirá en un gigante rojo, luego en una supernova y finalmente en un agujero negro, y que todas las estrellas se van a apagar. Entonces el universo no es permanente.
Cuando entiendes eso empiezas a darle sentido a tu vida: no se trata de una divinidad o de actos mágicos para esperar que en el “otro lado” obtengas un premio.
El cielo o el infierno están aquí, todo está sucediendo en este momento y una fecha como el 21 de junio es astronómicamente preciosa.
¿Qué sentido tú le estás dando a tu vida? ¿En creer que las piedras tienen sexo? ¿O que los rayos solares iluminarán tus oscuridades? O más bien despertarás al ser humano que eres, porque dentro de ti están las respuestas. Mira adentro y es allí donde están, no fuera. No veas la posición del “retrógrado” y le achaques tus penurias.
Lee a los conocimientos científicos que son los que han logrado el avance de la humanidad y avanza hacia adelante.
Corolario: se viene algo importante en el Colegio San Agustín de Cochabamba, la astronomía, y los profes de secundaria, pero eso será materia para otro artículo.
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER