Pasaje máximo de Bs 2,50, ni un centavo más
La ciudad de Santa Cruz acaba de elevar el pasaje a 2,37 bolivianos, pero con el denominado “matacambio” será entre 2,40 a 2,50. Este debe ser nuestro parámetro en Cochabamba. No olvidemos que de facto los transportistas elevaron hace más de cinco años, desde un inicio de 1,80 a 2, el pasaje, con un incremento sin autorización del 11 por ciento.
Hace unos meses el Alcalde reconoció el incremento, y ahora ya nos bombardean con mensajes de un tarifazo de hasta Bs 3 (hablan de 2,80, pero el matacambio es un hecho), con esto, se daría un incremento real de 1,80 a 3 bolivianos, ello representa un incremento de al menos el 67 por ciento de la tarifa.
Con este porcentaje el impacto socio económico sería sustancial en la canasta básica, ya de por sí fuera de control, y de facto aceleraría el retorno a los índices de pobreza, ya que ningún salario ni ingreso por cuenta propio subió el 67 por ciento.
El precio de 2,30 a 2,50 bolivianos es un buen referente para Cochabamba, que implica un incremento real de 39 por ciento.
Con 2,50 bolivianos de pasaje se pueden cubrir los costos de operación e ingreso para las familias de los transportistas. Ya que con un mínimo de 100 pasajeros diarios, el ingreso día sería de 250 bolivianos. Costos de operación y mantenimiento día llegaría a Bs 100, y un ingreso de Bs 150 día de ganancia. Monto llevaría desde 4.500 bolivianos por mes.
Recordar, que hasta antes de la pandemia, la renta diaria podía alcanza a los 300 bolivianos o más. Esto dividido entre 2 bolivianos pasajero, daba 150 pasajeros día. Pero bajó significativamente luego y no volvió a recuperar. Esta baja de ingresos pasó en todos los sectores económicos, y no sólo en el transporte.
Esta propuesta puede ser mejorada lo importante sería contar con los estudios técnicos y socio económicos de la Alcaldía y de los transportistas. Estudios que nunca fueron presentados.
Para nuestro equipo que realizó el estudio de tarifa del agua de Semapa es fácil realizar los estudios socio económicos y evaluar los estudios técnicos con el fin de contribuir al diálogo. Así la sociedad puede tener una visión académica que vele por las fuentes de trabajo de los transportistas y la economía de la población.
Columnas de FERNANDO SALAZAR