Época de violencia y riesgos
Los hechos de violencia, de distintas magnitudes y escalas, sucedidos en las últimas tres semanas y las previsiones de especialistas internacionales sobre riesgos parecen evidenciar que este año recién comenzado los peligros serán mayores que el anterior.
El 20 de diciembre, un psiquiatra quincuagenario perpetraba un atropellamiento múltiple en un mercado navideño en Magdeburgo, Alemania, matando a cinco personas y dejando heridas a más de 200.
Doce días después, en la madrugada del 1 de enero, en Nueva Orleans, EEUU, un estadounidense de 42 años, informático, exsoldado que había estado en Afganistán cometía un hecho similar al de Magdeburgo causando al menos 14 muertos y 35 heridos, antes de ser abatido por la Policía.
El mismo día, un soldado activo del Ejército estadounidense hacía estallar un vehículo muy cerca de un hotel en Las Vegas. El hombre, según la Policía, detonó desde el interior del carro una combinación de fuegos artificiales, tanques de gasolina y combustible que estaban en el vehículo. Antes de la explosión, que hirió a siete personas, el militar se disparó un tiro en la cabeza.
En otro plano y mucho más cerca de nosotros, hechos de violencia entre detenidos en cárceles de Tarija y La Paz dejaron el saldo de un muerto por heridas con arma blanca y seis heridos. “Sí, hay personas que han resultado apuñaladas debido a discrepancias y diferencias”, informaba ayer al respecto director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en la sede de gobierno.
Y en Cochabamba, en la madrugada de Año Nuevo, dos jóvenes morían apuñalados en circunstancias aún no esclarecidas en pleno boulevard de La Recoleta.
Violencia inexplicable en EEUU y Alemania, violencia del crimen organizado en México, el cuarto país más peligroso del mundo por la “guerra civil entre cárteles del narcotráfico”, según un estudio especializado.
La violencia extrema del crimen organizado parece también manifestarse en Bolivia, como lo evidencia el hallazgo en Santa Cruz, el 29 de diciembre, de una camioneta con tres cuerpos calcinados.
La violencia (…) asociada particularmente con el crimen organizado pone en riesgo décadas de progreso alcanzado en materia de desarrollo y progreso social, pero también de consolidación democrática en la región”, decía hace menos de dos meses la directora regional para América Latina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Y hay también los riesgos del crimen digital. Un informe reciente de Google Cloud Security alerta sobre el aumento de ataques cibernéticos, cada vez más sofisticados gracias a la inteligencia artificial.
Más que atemorizar al honesto ciudadano, este panorama tendría que despertar su sentido de precaución.