Acuerdo por la democracia
El reciente acuerdo para las elecciones de segunda vuelta en Bolivia entre Rodrigo Paz y Jorge Tuto Quiroga se ha convertido en una declaración importante sobre el futuro de la democracia boliviana que volverá a tener una prueba el próximo 19 de octubre de 2025.
Los dos candidatos que se disputan la presidencia del país, Rodrigo Paz del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y Jorge Tuto Quiroga de la Alianza Libre, fueron los más votados en los comicios del pasado 17 de agosto con el 32,06 y 26,07%, respectivamente.
En un país donde la historia electoral ha estado marcada por la polarización en las últimas décadas y, en ocasiones, por la guerra sucia, este pacto por el respeto a las reglas de juego es un aspecto positivo que debería ser destacado.
El denominado “Encuentro por la Democracia”, convocado por el Tribunal Supremo Electoral, concluyó con la firma de un acta de nueve puntos entre los que se destaca que “las organizaciones políticas, sus candidatos y militantes se comprometen a participar en la segunda vuelta dentro del marco legal y reglamentario, evitando campañas de desinformación o prácticas de guerra sucia. En su lugar, deberán difundir sus planes de gobierno en una campaña respetuosa, informativa y equilibrada”.
Si bien el pacto entre los dos candidatos que se disputarán la presidencia abarca varios aspectos uno de los más importantes tiene que ver con el compromiso de la no agresión o la guerra sucia debido a que siempre está la tentación de desacreditar al adversario político para restarle votos y más aún en una segunda vuelta.
La primera vuelta se vio afectada sobre todo por la desinformación a través de las redes sociales destinada a destruir la imagen de los competidores.
En esta segunda vuelta las campañas se centran en las ofertas polémicas y fantasiosas. Sin embargo, se espera que este acuerdo entre los dos candidatos sirva para evitar la guerra sucia y que la campaña se concentre en las propuestas y no en el ataque, porque lo realmente importante es el futuro del país en lo económico, social y productivo.
El acuerdo firmado con el respaldo del Tribunal Electoral es un llamado a que en esta segunda vuelta, que el país tiene por primera vez en su historia, se pueda actuar con madurez democrática.
Bolivia vivirá una segunda vuelta y tiene la oportunidad de demostrar la solidez de sus instituciones y de los electores que el próximo 19 de octubre volverán a las urnas para elegir sus gobernantes para los próximos cinco años.
En el acuerdo además se pidió el respeto a los resultados. “Los participantes ratifican su confianza en el Padrón Electoral Biométrico”.
Todos los puntos de acuerdo histórico entre los dos candidatos se orientan a que la segunda vuelta será una verdadera fiesta democrática, donde la única ganadora sea la democracia y los ciudadanos.