Pérdidas sin fin
Cochabamba vive días críticos por el problema político que amenaza con dejar gravemente herida a la economía regional; sin embargo, las máximas autoridades departamentales no hacen lo necesario para despejar las vías y transiten con normalidad los viajeros, las mercancías, el ganado, el pollo, los medicamentos, el combustible.
Los efectos del cerco no impactan solo al valle de Cochabamba, sino a buena parte del país.
La veintena de bloqueos desconectan a Cochabamba del oriente y occidente desde el 1 de junio, cuando las organizaciones afines al evismo decidieron protestar obstruyendo los caminos.
De acuerdo con un recuento de los daños, efectuado por la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC), las pérdidas económicas llegan a 1.137 millones de bolivianos por los bloqueos de caminos que se realizaron desde enero hasta el 10 de junio.
Cada vez que hay un conflicto, los empresarios alzan su voz por el daño irreparable que ocasionan los problemas sociales y políticos y convierten a Cochabamba en un rehén de los movilizados que buscan la atención de sus demandas.
La minería es otro de los sectores afectados. En mayo de este año, el Servicio Nacional de Registro de Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) reportó una pérdida de 8,5 millones de bolivianos de regalías mineras, según la agencia ABI. Por los bloqueos, la recaudación de regalías tiende a la baja.
La provisión de combustible también se ha complicado por el cerco a Cochabamba. Se estima que 133 cisternas, con 3,8 millones de litros de combustible, no pueden pasar por las carreteras, lo que impide su distribución.
“Estos bloqueos, impulsados con fines políticos, dificultan la libre transitabilidad y la distribución oportuna de combustibles”, denunció el ministro de Hidrocarburos y Energías, y precisó que Cochabamba es uno de los departamentos más afectados, “no solo en carburantes, sino también en alimentos y otros bienes esenciales”. Por ejemplo, los productores de banano se ven afectados por la falta de diésel.
Los avicultores son otro sector productivo duramente golpeado debido a la escasez de insumos para su actividad y la reducción de los pollos bebé. Una muestra de la magnitud de los daños que ocasionan los conflictos políticos es el envío de pollos bebé, este debería ser de 1,2 millones a la semana, pero sólo se llegó a 400 mil, pero por vía aérea.
La lista de perjuicios puede seguir, pero con seguridad cada uno sabe que el departamento está sufriendo un impacto negativo que debe revertirse con urgencia.
El diálogo y la ley deben ser el marco para hallar una salida a la difícil situación de una región que día a día se esfuerza por avanzar, a pesar de las adversidades, como los bloqueos.