Un Legislativo polarizado: los porcentajes obligan a negociar

País
Publicado el 21/10/2019 a las 2h21
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El Movimiento al Socialismo (MAS), del presidente Evo Morales, aún no confirma una mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y menos los dos tercios de las dos elecciones anteriores. Al contrario, tanto en el Senado como en Diputados, se pinta un escenario muy polarizado en el que el futuro presidente (sea Carlos Mesa, sea Morales, electo en primera vuelta o en segunda) deberá negociar con propios y extraños para poder aprobar leyes y lograr la gobernabilidad en el país.

Así lo develan los resultados fríos del cómputo en base al 83 por ciento del conteo rápido de las elecciones generales realizadas ayer, y así lo interpretan analistas políticos consultados por medios de comunicación nacionales, que ven un panorama entrabado si el futuro mandatario no consolida las negociaciones necesarias.

Según fórmulas aplicadas de forma preliminar, con los resultados de ayer el MAS lograría 19 senadores (sólo uno más de la mitad, pero con riesgo de quedarse con 18); Comunidad Ciudadana (CC), de Carlos Mesa, 16, con posibilidad de llegar a 17, y Bolivia Dice No, de Óscar Ortiz, 1.

Atendiendo a las reglas que establecen que por cada departamento se otorga cuatro escaños en el Senado que se reparten entre los partidos de forma proporcional a su votación, los bastiones en los que el MAS y CC se reparten a dos senadores cada uno son: Oruro,

Potosí, Tarija, Santa Cruz y Pando (independientemente del lugar que ocupen en la votación), mientras que en los que el MAS logra tres representaciones senaturiales y CC sólo uno son La Paz y Cochabamba. Finalmente, en Beni, el reparto es de dos escaños para CC, uno para el MAS y Bolivia Dice No obtiene su único escaño en la Cámara Alta. De hecho, el partido de Óscar Ortiz no consiguió plazas en este nivel ni siquiera en Santa Cruz, que se consideraba su plaza fuerte.

Tampoco alcanza ningún senador el Partido Demócrata Cristiano (PDC), del candidato surcoreano Chi Hyun Chung, pese a que en el total general esta sigla se ubica en tercer lugar. Y las demás organizaciones quedan fuera de Parlamento en este nivel, además de perder su personería jurídica, al no haber alcanzado el 3 por ciento mínimo, establecido por ley electoral.

Un escenario similar ocurriría en la Cámara de Diputados, donde el MAS alcanzaría entre 62 y 64 escaños (de confirmarse esta última cifra, le faltaría uno para alcanzar la mitad y dos para la mayoría absoluta); Comunidad Ciudadana, entre 54 y 56; Partido Demócrata Cristiano (PDC) 9, y Bolivia Dice No, de Óscar Ortiz, 3. El resto de los partidos en carrera en estas elecciones terminarían con las manos vacías.

Estos resultados en la Cámara Baja, sin embargo, podrían alterarse levemente con la elección de los diputados uninominales, que desplazan a los plurinominales.

Situación incierta

De cualquier manera, la situación deja un escenario polarizado en el nivel legislativo del país. “Se puede ver que no se va a repetir esta gran mayoría que el MAS ostentaba en estos años, y aquí entra en juego el tema de la gobernabilidad. ¿Cómo será el nuevo escenario parlamentario para ejercer una gestión política sin mayores dificultades? Tal vez el MAS (de asumir la presidencia) deberá atenuar un poco este decisionismo estatal para tener que escuchar a la oposición”, explicó la socióloga María Teresa Zegada, a tiempo de advertir que la misma situación deberá asumir Mesa, de ser él el elegido presidente.

“No va a ser suficiente arrasar la aplanadora del Parlamento. Hoy, eso refleja una aritmética cada vez más frágil de parte del MAS. Hoy en día no importa lo que dicen las instituciones, sino también las calles”, explicó, por su parte, la analista política Ericka Brockmann, entrevistada en la red ATB, refiriéndose a las protestas, cabildos y otras manifestaciones fuera del Parlamento. “Cualquier Gobierno, más allá de la aritmética parlamentaria simple, tendrá que tomar en cuenta estos factores de poder. La política no es aritmética simple. A veces es química altamente compleja, añadió.

El analista Walter Mur, en tanto, probó ubicar a Carlos Mesa como presidente frente a una bancada mayoritariamente adversa. “Se repetiría la pesadilla de Mesa”, dijo refiriéndose a la situación de su primera gestión, cuando en ese entonces no contaba con el respaldo del Parlamento.

Añadió que otro factor a tomar en cuenta es el respaldo que Morales tiene en las calles y que Mesa (siempre suponiendo que él sea  el futuro Presidente) tendrá como un gran factor la ingobernabilidad.

Ante esta situación, Brockmann reiteró que tanto Mesa como Morales (dependiendo de quien asuma la presidencia) deberán aprender a negociar, algo que a ambos se les ha dado como su parte débil en esta carrera política.

 

EN COCHABAMBA, EL MAS GANA 8 DE NUEVE ESCAÑOS

La votación en la Cámara Baja podría alterarse si se consolida algunos resultados de votaciones uninominales.

En el caso de Cochabamba, por ejemplo, el MAS logró ocho de las nueve circunscripciones que políticamente componen el departamento.

El único escaño logrado por el partido de Carlos Mesa es en la circunscripción 20, correspondiente a la zona norte de la provincia Cercado, correspondiente a César Virgueti.

Los otros escaños en Cochabamba  corresponden todos al MAS; y los diputados elegidos son: Cintia Castro Quispe (21), Olivia Guachalla Yupanqui (22), Dora Lizeth Morales (23), Feliciano Mamani (24), Héctor Arce Rodríguez (25),  María Cristina Choque (26), Felicia María Ramallo (27) y Pascual Pacífico Choque (28).

Fusionando las dos categorías de diputaciones, en  Cochabamba el MAS se lleva 11 curules, Comunidad Ciudadana siete y el Partido Demócrata Cristiano (PDC) uno. Bolivia Dice No de Óscar Ortiz nuevamente se queda en este campo de juego con las manos vacías.

 

ANÁLISIS

María Teresa Zegada. Socióloga.

“Hay que ser amigables con acuerdos políticos”

Tengo dos observaciones iniciales a este proceso electoral: por una parte, el sistema de transmisión rápida (el TREP) del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) nos está otorgando a los bolivianos un margen de confianza muy importante y queda verdaderamente una incertidumbre muy grande, al no saber qué va a pasar con el porcentaje restante por contabilizar, que van a hacer la gran diferencia en los próximos días sobre el futuro electoral. O sea sería muy oportuno que el propio Tribunal Supremo Electoral (TSE) pudiera consolidar de alguna manera, aunque sea extraoficialmente, esta votación para que los bolivianos nos podamos quedar un poco más tranquilos.

La segunda observación tiene que ver con los datos de la posible composición parlamentaria, la Asamblea Legislativa Plurinacional. Probablemente el MAS consiga una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. En la de senadores está todavía complicada la situación.

En todo caso, está visto que en esta versión no se va a repetir esa gran mayoría que el MAS ostentaba en estos años, y aquí entra en juego el tema de la gobernabilidad. ¿Cómo será el nuevo escenario parlamentario en términos de la posibilidad de ejercer una gestión política sin mayores dificultades? ¿Cuánto significará que el MAS tenga también que atenuar un poco este decisionismo estatal para tener que escuchar a la oposición y poder hacer un Gobierno más compartido, con mayor presencia opositora?

La situación en la Asamblea Legislativa augura un escenario muy polarizado, un escenario confrontado en realidad, y para que el país pueda seguir adelante y pueda seguir funcionando, va a ver necesidad de que se cambie esta lógica (de ver como algo negativo las negociaciones políticas) y volvamos a ser amigables con la lógica de acuerdos políticos y que eso posibilite una gobernabilidad, ya sea que haya una segunda vuelta, ya sea presidente Mesa o en el caso de que el propio Movimiento Al Socialismo necesite un escenario mucho más concertador para poder gobernar los próximos cinco años.

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