Luzmila Carpio: “Inti watana es un viaje a través del tiempo”
Luzmila Carpio continúa tejiendo historias de respeto hacia la tierra, de amor por las tradiciones y valores hoy casi olvidados, y de la inquebrantable fuerza de la mujer. Cada nota que emana de su voz es un canto a la Pachamama, un susurro de los vientos del Altiplano y un eco a las profundas raíces indígenas: esas que hablan de armonía, de respeto y de unión con todo el cosmos. La destacada cantante nacional acaba de estrenar “Inti watana, el retorno al sol”, su reciente producción discográfica que contiene nueve melodías.
¿Qué tiempo le llevó plasmar su nueva producción discográfica?
El proceso de creación de “Inti watana, el retorno del sol” fue un viaje a través del tiempo y las emociones muy enraizadas en pensamientos y filosofías ancestrales. Durante años, mi corazón y mi voz se entrelazaron con los sonidos de la naturaleza y los ecos de mis ancestros. Mis últimas producciones se enfocaron en la espiritualidad en torno a la Pachamama. Con Inti Watana (ZZK Récords), el trabajo vino de forma diferente. Fue un proceso íntimo, como el florecer de una flor en las altas montañas de los Andes, una flor que llevaba en sí susurros que me decían que era necesario hablar de la energía vital que produce la vida, que son los rayos de luz, esos rayos llenos de energía que hoy los científicos reconocen que están al origen de la vida. Entonces, me puse a componer sobre esa conexión muy antigua que nos une a la tierra, pero también al sol. Y de forma metaforizada hablar de cuán importante son los rayos solares para la química de la vida en nuestro planeta. Pero también cuán importante lo es para nuestro estado anímico. Entonces, de ahí vino el concepto de mi nuevo álbum, de hacer un sendero musical y espiritual para despertar y conectar nuestro sol interior con los cantos de los pájaros al amanecer.
¿Por qué decide incorporar sonidos electrónicos y adoptar influencias multiculturales?
La música es un puente que conecta mundos aparentemente distantes. Al incorporar sonidos electrónicos y abrazar influencias multiculturales, mi intención fue crear un espacio donde lo ancestral y lo contemporáneo se entrelazan como las ramas de un árbol antiguo y sabio. La música es un lenguaje universal que trasciende fronteras, y en ese encuentro de culturas y sonidos, encontré nuevas formas de expresión, nuevas formas de contar las historias de mi tierra y mi gente. Por ello, empecé a trabajar desde 2015 con ZZK, con el álbum “Luzmila Carpio meets ZZK”. A través de esta colaboración, descubrí que la música electrónica también podía ser un vehículo para transmitir mensajes poderosos y compartir mi búsqueda espiritual y musical con jóvenes artistas.
¿Cuántas canciones contiene su último álbum?
Mi último álbum, “Inti Watana”, el retorno del sol,” es un tesoro compuesto por nueve canciones. Juntas forman una constelación que ilumina el camino hacia la espiritualidad, la naturaleza y la igualdad. Cada canción es un capítulo en esta historia musical que comparto con el mundo donde se habla del diálogo interior que todos tenemos con nuestro ego, de calentar nuestros corazones con los rayitos del sol para entender y enfrentar los desafíos de nuestro diario vivir. Hablo de la importancia de hablar con los animales, un don que perdimos los humanos modernos, pero que estamos empezando a recordar. Y hablo por supuesto de la Pachamama y el proyecto vista desde el espacio, viéndola en temporalidades cósmicas. Me la imagino viviente, en movimiento y le agradezco desde esa perspectiva espacial por acogernos.
¿Se identifica con alguna canción en especial?
Cada canción es un fragmento de mi ser, pero si tuviera que destacar una sería “Inti watana”, la canción que da nombre al álbum. Es un canto al retorno del sol, un símbolo de renovación y esperanza. Esta canción es como un abrazo cálido del Padre Sol y un recordatorio de la importancia de la luz en nuestras vidas. Me conecto profundamente con su mensaje y su energía.
¿Cómo recibió la nominación como la cantante indígena más emblemática de Latinoamérica?
La nominación como la cantante indígena más emblemática de Latinoamérica fue como un viento fresco y sorpresivo que acarició mi espíritu. Fue un honor que me llenó de gratitud y humildad. Esta nominación hecha por semejante revista norteamericana es a través mi persona, un reconocimiento a la música andina y a todas las culturas indígenas que han tejido sus historias en mis canciones.