Ayer, un juez determinó la detención domiciliaria para tres activistas seguidores de Evo Morales. Ellos están acusados de causar deterioro de bienes por grafitis en una propiedad privada. El diputado del ala evista Héctor Arce denunció que hubo “excesos”, pero admitió que en la gestión de Morales se cometió un abuso al apresar a un albañil por gritar “Bolivia dijo no”.