"Estaba demasiado cansado", asumía en la zona mixta Kylian Mbappé, cambiado al descanso de la prórroga de los cuartos de final contra Portugal, aún lejos de sí mismo y su pegada, todavía con la reacción aún pendiente en la Eurocopa 2024, entre "altibajos", con veinte remates y tan solo un gol de penalti, mientras enfoca a España para dar toda su medida, porque "depende" de él mismo estar a la altura.