Como hiciera Jesús con sus discípulos durante la última cena, el papa Francisco lavó ayer los pies a 12 reclusos en una cárcel próxima a Roma y les animó a evitar cualquier tentación de dominación y a ayudarse entre sí, a ser “más amigos y hermanos”
El mundo católico comenzó la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús con el Domingo de Ramos. En varios países la gente asistió a las iglesias
"Nuestras generaciones están dejando a los jóvenes un mundo fracturado por las divisiones y las guerras, un mundo devorado por el egoísmo en el que los jóvenes, los niños, los enfermos, los ancianos son marginados", lamentó el Sumo Pontífice.
El papa Francisco llamó a ofrecer ayuda y hospitalidad a los inmigrantes y refugiados que huyen de la guerra, el hambre, la pobreza y la injusticia social, durante su mensaje de Pascua en Domingo de Resurrección ayer.