El Beni, tierra exuberante, productiva y biodiversa
De belleza salvaje y exuberante, el Beni es uno de los departamentos más extensos en superficie. Constituye una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo y con una abundancia inigualable de especies únicas en flora y fauna. En la era republicana, el Beni era el principal productor del caucho y goma. Actualmente, la ganadería y el turismo se constituyen en factores importantes para su desarrollo.
Hoy, 18 de noviembre, Beni celebra sus 169 años de la fundación del departamento, creado por Decreto Supremo en el gobierno de José Ballivián y Segurola en 1842.
Economía
Introducida a comienzos del siglo XVII por los jesuitas, la ganadería es la actividad económica más importante del Beni y este departamento es el centro de la industria ganadera de Bolivia. Así, la ganadería extensiva (bovina y caballar) ocupa la sabana natural y diversidad de pastos naturales para la producción principalmente de carne.
La agricultura se centra en el cultivo de productos tropicales como: cacao, plátano, caña de azúcar, maíz, yuca, arroz, maracuyá, papaya, cítricos y otras frutas tropicales. La explotación forestal está destinada a la obtención de caucho y castañas.
Los bosques del Beni poseen gran variedad de maderas preciosas que van desde la liviana madera balsa hasta el cuchi, del que se dice que es tan duro como el acero. Entre ellas: caoba o mara, ochoó, japunaqui, palmeras (cusi, totaí, chonta, motacú, sao), tacuara (tamora, tacuarembó, curi), sirari, tajibo, cubo.
La pesca representa otra importante actividad económica, tanto al interior como al exterior del departamento. Los ríos son hábitat de una gran variedad de peces, como pacú, palometa, sábalo, bagre y blanquillo. Muchos de los lagos tienen una fauna ictiológica semejante a la de los ríos.
Historia
La historia da cuenta que antes de la Colonia en esta región vivían diversos grupos étnicos como los moxeños, chapacuras, itonamas, canichanas, movimas, cayuvabas, pacaguaras e iténez.
En el Imperio Incaico, estos grupos sufrieron incursiones que tenían el objetivo de conquistarlos y usufructuar las riquezas naturales existentes.
Durante la Colonia, España, para hacer frente al expansionismo portugués, faculta a la Real Audiencia de Charcas, para que tenga jurisdicción sobre las regiones de Moxos y Chunchos. La penetración de españoles en la región, resultó frustrada por las condiciones naturales adversas.
En 1597, la Corona de España encomienda a la Orden de la Compañía de Jesús, la fundación de misiones entre la población nativa. Este proceso se inicia con la llegada de los Jesuitas a la región habitada por los Moremonos en 1675. En base al acercamiento pacífico y a pequeños obsequios, consiguen fundar en 1682, la primera de varias misiones, con el nombre de Nuestra Señora de Loreto.
En 1686 el Padre Cipriano Barace funda la Segunda Misión, con el nombre de Santísima Trinidad. Bajo la dirección de los Padres Jesuitas, los nativos se dedicaban a la agricultura y a la ganadería. También producían telares y objetos de alfarería. En el año 1767, los jesuitas fueron expulsados del territorio de Moxos por instrucción de la Corona Española, siendo ejecutada por la Real Audiencia de Charcas, a cuya cabeza se encontraba Don Juan Martínez de Tineo.
Levantamientos indígenas
Hoy, no sólo se recuerda la fundación del Beni sino también la rebelión indígena liderada por el cacique Pedro Ignacio Muiba.
En 1792, en Moxos, Juan Maraza, cacique de los canichana expulsó a Miguel Zamora por cometer excesos.
En 1810, ante las sucesivas rebeliones en otras regiones del país, Urquijo pidió la ayuda de Maraza y lo enfrentó con el cacique Muiba, quien se había revelado en la misión de Trinidad. En 1881, Muiba murió luego de ser derrotado por las fuerzas de Maraza quien lo enfrentó con un ejército compuesto de canichanas, cayubabas y movimas. En 1822 Maraza fue victimado por el gobernador español Velasco, produciéndose entonces un gran levantamiento indígena.
En la República, en 1842, durante el gobierno José Ballivián y Segurola, se dispuso la creación del departamento del Beni sobre la base de la circunscripción de las Misiones de Moxos (San Ignacio, Trinidad, Magdalena, Baures, San Joaquín, Santa Ana y Loreto, entre otras).